La próstata inflamada se conoce como prostatitis. Puede estar producida por varias causas, pero las más comunes son una infección o una inflamación de origen no infeccioso.
En el caso de tener inflamada la próstata por infecciones, se debe implantar un tratamiento antibiótico adecuado, prescrito siempre por un especialista. También se emplean diversos fármacos, como los antiinflamatorios y relajantes musculares, entre otros, en función de las causas y de las características del paciente. Por eso, ante los primeros síntomas, hay que acudir rápidamente a un urólogo para que estudie nuestro caso y nos ofrezca la solución más adecuada.
Tipos de prostatitis
Se puede distinguir entre:
Prostatitis bacteriana aguda
Es cuando aparece una infección en el aparato urinario que afecta también a la próstata. Suele cursar con fiebre alta, con dolores musculares y en las articulaciones, molestias en la espalda, dificultad para orinar, problemas intestinales y dolor en el escroto y en el pene. Ante estos síntomas de prostatitis aguda, se recomienda acudir a un especialista en Urología para que determine la bacteria que está produciendo la infección y pueda poner el tratamiento adecuado para resolverla.
Prostatitis bacteriana crónica
Suele darse cuando se cronifica una infección urinaria previa. Aparece en hombres de edad avanzada tras una infección en las vías urinarias o tras una prostatitis bacteriana aguda. Los síntomas son muy parecidos a los ya descritos, a los que habría que añadir dolor al orinar, dolor tras la eyaculación, urgencia miccional y, en algunos casos, retención de orina.
Prostatitis crónica
También se conoce como síndrome de dolor pélvico crónico. Los síntomas son similares a los de las prostatitis bacterianas, solo que cuando se busca la bacteria causante de la infección no se encuentra.
No se conocen bien las causas de este tipo de inflamación de próstata, pero se asocia a problemas inmunológicos, aunque no hay estudios que sustenten claramente esta relación. Por eso, ante cualquier síntoma, es conveniente acudir a tu urólogo para que localice la causa de la inflamación y pueda ponerle solución.
Prostatitis asintomática
Como su nombre indica se trata de una inflamación de la próstata pero que no se manifiesta externamente con ningún síntoma. Se suele descubrir de forma accidental cuando el paciente se somete a algún examen prostático propio de la edad avanzada.
Factores de riesgos
De todas formas, se ha determinado que hay varios factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar una prostatitis.
Entre ellos están:
- Tener una edad comprendida entre los 36 y 50 años.
- Haber sufrido una infección urinaria previa.
- Tener una lesión en la zona de la ingle.
- Haber llevado puesta una sonda urinaria.
- Tener una historia previa de prostatitis.
Por eso, ante el más mínimo síntoma es aconsejable acudir al urólogo lo antes posible y no demorarlo, ya que si se trata de prostatitis bacteriana hay que poner el tratamiento adecuado lo antes posible para que no se vea mermada la calidad de vida de quien la padece.