El bypass gástrico es una técnica de cirugía bariátrica que se utiliza para perder peso en aquellos casos de obesidad más grave. Según la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad Mórbida y de las Enfermedades Metabólicas (SECO), esta técnica se considera un tipo de cirugía bariátrica mixta, ya que por un lado se consigue reducir el tamaño del estómago (técnica restrictiva) y por otro se disminuye la capacidad absorber alimentos (técnica malabsortiva).
La recuperación tras la intervención del bypass gástrico dependerá del procedimiento de la misma, ya que puede realizarse bien con cirugía abierta o con cirugía laparoscopia. Actualmente la técnica más utilizada es la laparoscópica, siendo menos invasiva y permitiendo una recuperación más rápida; el periodo de hospitalización suele ser de unos 3 a 5 días aproximadamente.
Recuperación tras el bypass gástrico en el hospital
- Según los expertos, para conseguir la recuperación tras el bypass gástrico en el hospital se llevará a cabo el siguiente procedimiento. Se debe tener en cuenta que el periodo de hospitalización suele ser entre 3 y 5 días.
- En las primeras 24 horas de la cirugía, el especialista pedirá al paciente que camine un poco. No se podrán comer alimentos entre el primer y el tercer día después de la intervención y el paciente puede tratarse con analgésicos para quitar el dolor. Además, puede tomar medicamentos y ponerse unas medidas especiales en las piernas para prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
- Pero aquí no termina la cosa. Tenemos que tener en cuenta que la recuperación en el hospital se completará cuando el paciente pueda ingerir alimentos líquidos sin vomitar, pueda desplazarse sin sentir dolor excesivo y no requiera analgésicos a través de una vía intravenosa o con inyecciones.
Vuelta a la rutina con el bypass gástrico
Una vez que el paciente haya recibido el alta, deberá seguir unas recomendaciones en su casa para conseguir una recuperación total. En primer lugar, debe ingerir alimentos líquidos y en puré durante las primeras 2 o 3 semanas. Pasado este tiempo, se podrán ir incluyendo en la dieta alimentos suaves y posteriormente alimento regular, pero siempre siguiendo las indicaciones del especialista.
Respecto a la recuperación de la actividad rutinaria, estar activo tras la cirugía ayudará a que la recuperación sea más rápida. Según los expertos de los NIH, si se efectúa cirugía laparoscópica, se podrán realizar la mayoría de las actividades en 2 a 4 semanas, frente a las 12 semanas de recuperación que se necesita con cirugía abierta. Si el especialista lo considera, se podría empezar con un programa de ejercicios de 2 a 4 semanas después de la cirugía.
La herida también requerirá ciertos cuidados. Entre ellos, podría ser necesario cambiar a diario el apósito o sustituirlo si se ensucia o se moja. Pueden aparecer hematomas o rojeces alrededor de la herida, que irán desapareciendo con el tiempo. Se debe evitar utilizar ropa ajustada sobre la incisión y las duchas diarias tendrán que esperar hasta que lo diga el médico.
Los primeros meses tras la intervención, el paciente bajará de peso rápidamente, lo que puede conllevar dolores de cabeza, pérdida de cabello, cansancio y cambios en el estado de ánimo, que desaparecerán cuando el cuerpo se adapte a la disminución de peso.
Se debe tener en cuenta que, al igual que otros tratamientos para la obesidad, la recuperación total tras el bypass gástrico y conseguir el objetivo de reducción de peso mantenido en el tiempo, requerirán de cambios en el estilo de vida y seguir dietas saludables.