Los alimentos que ingiramos a primera hora de la mañana, condicionaran el rendimiento físico y mental que tendremos durante el resto del día.
Un buen desayuno es clave para tener una buena salud mental y física, puesto que alimentarse adecuadamente reduce el riesgo de padecer diabetes, sobrepeso y obesidad, además de influir en nuestro humor.
Al despertarnos cada mañana tras 8 o 10 horas de ayuno, nuestro organismo tiene que reponer fuerzas. Es importante que lo recarguemos con alimentos que nos aporten los nutrientes adecuados para reactivarlo tras el descanso nocturno y pueda aguantar la jornada con energía.
Si nos saltamos el desayuno nos sentiremos irritables y agotados, porque nuestro cuerpo tendrá déficit de glucosa, necesario para realizar cualquier actividad.
Además, nos sentiremos hambrientos durante toda la mañana, lo que puede hacer que caigamos en la tentación de comer alimentos ricos en grasas y azúcares (bollería, snakcs, refrescos…).
Numerosos estudios han demostrado que las personas que no desayunan tienen peor estado de ánimo, memoria y niveles de energía, además de una mayor tendencia a padecer sobrepeso.
¡Toma nota! El desayuno debe representar entre el 20-25% de la ingesta calórica diaria, y siempre debe incluir los siguientes grupos de alimentos:
Pan o cereales integrales: Te aportan una importante cantidad de la fibra que necesitas cada día, además nuestro organismo se sentirá lleno de energía.
Lácteos: leche o yogur, contienen proteínas, calcio y vitaminas. Opta por las opciones semi o desnatados, para no añadir un extra de calorías.
Zumo natural o una pieza de fruta: Te aportarán la fibra, vitaminas y minerales que necesitas para afrontar la jornada.