La respuesta es sí, y por suerte, cada vez es más habitual encontrar distintas variedades de harina saludable en los supermercados.

El consumo de harina saludable es cada vez más común en una sociedad en la que poco a poco vamos tomando conciencia de la importancia de llevar una alimentación saludable combinado con la práctica de ejercicio físico.

Es importante que aprendamos a leer bien las etiquetas de los productos que compramos en los supermercados, pues muchos de ellos contienen un alto porcentaje de harina refinada.

Suelen ser productos que se llaman “palatables”, es decir, su sabor dulce o salado nos produce placer y en ocasiones, puede llegar a hacernos adictos a su consumo, hablamos de la bollería industrial, las pizzas, los fritos, chocolatinas etc.

¿Sabemos lo que comemos?

Sin darnos cuenta, en cada comida, podemos ingerir una gran cantidad de harina refinada que a largo plazo, influye en la aparición de enfermedades como la diabetes y la obesidad.

Además, la harina refinada contiene gluten y aunque no seas celíaco, es decir alérgico a este compuesto, su consumo excesivo puede provocarnos inflamación y pesadez estomacal.

Harina y granos

¿Por qué la harina refinada es perjudicial para la salud?

A continuación te damos varias razones que te convencerá de que debes pasarte al consumo de harina saludable:

  • Riesgo de sufrir obesidad: La harina refinada o harina blanca, tiene como único nutriente los carbohidratos, que al consumirlos en altas cantidades, se convierten en glucosa que, aunque nos ayuda a tener energía, se digiere rápido y el organismo lo convierte en grasa.
  • Escasez de nutrientes: Para elaborar la harina blanca o refinada se elimina el germen y endospermo, y con ello acaban con la fibra y las vitaminas entre otros nutrientes, dejando solo el carbohidrato.
  • Componentes perjudiciales: Es muy común que a la harina refinada no sólo le eliminen nutrientes, sino que, además les añaden conservantes, grasas saturadas y aditivos para potenciar el sabor.
  • Riesgo de sufrir alergias: La harina refinada consumida en grandes cantidades cada día, por su contenido en gluten, puede provocar intolerancia a largo plazo, además este tipo de harinas son difíciles de digerir y suelen provocar inflamación en el abdomen.

Por otro lado, la harina refinada contiene una enzima llamada amilasa que influye en la aparición de asma.

Test de intolerancia alimentaria

Alimentos con harina refinada

 Como comentábamos, es importante aprender a leer bien las etiquetas de los productos que compramos cada día en el supermercado, son muchos los que, de manera camuflada, contienen altas dosis de harinas blancas, algunos de ellos son:

Las pizzas, el pan de molde, la mayoría de las galletas, los cereales, las pastas blancas, los productos empanados y envasados, la bollería y las tartas etc.

Sin embargo, como comentábamos, existen alternativas. A continuación te hablamos de 6 tipos de harina saludable y sus beneficios y que podrás utilizar para elaborar tus recetas:

Tipos de harina saludable

Harina de garbanzo

Los garbanzos están cargados de proteínas y fibra, lo que hace de la harina de garbanzo el sustituto perfecto de la harina tradicional para elaborar platos salados saludables y bajos en calorías.

Además, la mezcla de harina de garbanzo con agua puedes hacer Hummus, o pasta de garbanzo, un snack delicioso y sano para combinar con verduras crudas como zanahorias o apio.

 Harina de almendra

 La harina de almendra se obtiene de este fruto seco triturado sin cáscara.

Los frutos secos son una fuente de grasas saludables. Además tienen un bajo índice glucémico, lo que favorece la sensación de saciedad durante más tiempo, también contiene vitamina E, que es un potente antioxidante que protege nuestras células. Ésta es un tipo de harina saludable que por su sabor dulce, es perfecta para hacer postres, aunque también puedes utilizarlo para elaborar pan o rebozados.

Con respecto a su mantenimiento, la harina de almendra debe mantenerse en el frigorífico, pues el aire lo puede oxidar y dar un sabor amargo.

Harina de arroz

La harina de arroz se obtiene de la trituración de los granos de arroz, ya sea blanco o integral.

Se suele emplear para elaborar panes como sustituto de la harina de trigo, tiene un alto contenido en vitaminas y minerales, además este es un tipo de harina saludable con un alto contenido en carbohidratos complejos, que favorece su absorción a largo plazo y por tanto es más saciante.

 Harina de castaña

 La castaña es, a diferencia de la mayoría de frutos secos, baja en grasas y alto en proteínas y carbohidratos.  Además no tiene gluten.

La harina de castaña tiene un alto contenido en proteínas vegetales y ácido fítico, que es un antioxidante que favorece la digestión, también contiene potasio y vitamina C.

Harina de coco

La harina de coco es quizás la más difícil de encontrar en los supermercados habituales, se obtiene de los restos de pulpa que quedan tras preparar la leche de coco

La harina de coco tiene un mayor contenido en grasa que la de almendras, pero también tiene más fibra y complementa muy bien en repostería, aunque también puede utilizarse, por ejemplo, para elaborar masa de pizza.

Para cocinar con harina de coco, se debe mezclar con agua y huevos para que se humedezca un poco, pues este es un tipo de harina saludable muy sólida, y es necesario humedecerlo para poder amasarlo.

Harina de quínoa

La quínoa es un alimento con una gran cantidad de nutrientes como proteínas, vitaminas, fibra, hierro, calcio fósforo, aminoácidos, etc. Por tanto, es perfecta si lo consumimos cómo harina para elaborar pan o cualquier postre.

La harina de quínoa se obtiene del grano triturado, y es sin duda, un tipo de harina  saludable que debes incluir en tu dieta como sustituto de la harina refinada.

En definitiva, si deseas cuidar tu alimentación, y tener un peso saludable, sustituye los refinados por cualquier tipo de harina saludable o integral que te aporte los nutrientes que necesitas.