Obesidad mórbida: Definición OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la obesidad mórbida como el tipo de obesidad que supone un mayor riesgo para la salud en comparación con otros tipos de sobrepeso. En este caso el exceso de peso es superior en 45,5 kilos al peso ideal de la persona o se sitúa en un 100% por encima del peso que se debería tener. Esto hace que la OMS califique a la obesidad mórbida como un problema grave y la define como una acumulación anormal o excesiva de grasa.
¿Qué significa obesidad mórbida?
La obesidad mórbida es una afección que provoca consecuencias negativas a nivel físico, personal, familiar y social. Además de los problemas que ocasiona un exceso de peso, esta dolencia provoca que surjan otras patologías asociadas a nivel cardiovascular, respiratorio o muscular. Por lo tanto se trata de una enfermedad que no solo afecta a nivel estético.
La OMS indica que actualmente hay más de 600 millones de personas obesas en todo el mundo, lo que equivale al 13% de la población adulta. Estos datos convierten a esta dolencia en una epidemia a nivel mundial.
¿Cuándo se llega a un estado de obesidad mórbida?
Para saber si una persona padece obesidad se recurre al índice de masa corporal (IMC), que es un cálculo aproximado de la grasa corporal, que se obtiene dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de la talla en metros. Si este índice es superior o igual a 30, se considera que esa persona padece obesidad, y si es igual o mayor a 40, se denomina obesidad mórbida.
¿Cuáles son las causas de la obesidad mórbida?
La obesidad es una enfermedad que se desarrolla por la acción de diferentes factores. Algunos de ellos son genéticos, ambientales, metabólicos y endocrinológicos. Aunque las causas principales son la mala alimentación y el consumo excesivo de calorías acompañados de una falta de actividad física.
Otros aspectos que influyen en el desarrollo de la obesidad mórbida son los trastornos farmacológicos, el estrés crónico, la falta de sueño o el dejar de fumar. Siempre que se diagnostica esta dolencia se realiza un análisis conjunto de todos los factores internos y externos que afectan al paciente.
Tratar la obesidad mórbida a tiempo es esencial ya que es frecuente que las personas que suben de peso de forma progresiva se sientan desmotivadas e incluso presenten cuadros depresivos que afectan a nivel laboral, social y a la vida en pareja. Además, todo esto se acentúa si su entorno no colabora en ayudar a controlar esta patología.
¿Cuáles son las consecuencias de tener obesidad mórbida?
Las consecuencias de la obesidad mórbida pueden llegar a ser muy graves. Una persona con obesidad tiene más riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, diabetes y enfermedades del hígado y de los riñones, además de diversos tipos de cáncer. Algunos estudios apuntan a que esta enfermedad podría reducir la esperanza de vida hasta en 14 años.
¿Y cómo saber si tengo obesidad mórbida?
Para saber si una persona padece obesidad se cuenta con el índice de masa corporal (IMC), un cálculo aproximado de la grasa corporal que se obtiene dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de la talla en metros. Si este índice es superior o igual a 30, se considera que esa persona padece obesidad, y si es igual o mayor a 40, se denomina obesidad mórbida. Este tipo de obesidad es el que supone un mayor riesgo para la salud.
Las cifras de 2014 son alarmantes, según la OMS, hay de 600 millones de personas adultas obesas en todo el planeta, el 13% de la población adulta, lo que convierte a la obesidad una epidemia a nivel mundial.
¿Qué tipos de obesidad mórbida están reconocidos?
Si la persona padece una obesidad de grado 1 o grado 2 se puede tratar modificando de forma pautada y profesionalizada los hábitos alimenticios y creando una rutina en la que se incluya el ejercicio físico. Pero los casos más graves exigen tratamientos quirúrgicos que permiten perder mucho peso y mantener esa reducción de kilos en el tiempo. Aunque para que surtan efecto tienen que ir acompañados por cambios en el estilo de vida y por una dieta adecuada.
Uno de los tratamientos más interesantes es el bypass gástrico que consiste en dividir el estómago en dos partes uniendo una de ellas al intestino delgado. El objetivo es reducir el tamaño del estómago para lograr que la sensación de llenado aparezca cuanto antes y se absorban menos nutrientes. Se estima que los pacientes que se someten a esta técnica pierden hasta un 75% del peso que les sobra.
Esta opción es interesante cuando hay que tratar la obesidad mórbida, ya que produce buenos resultados a largo plazo. Existen varios tipos de cirugía bariátrica: bypass gástrico, sleeve gástrico o manga gástrica y banda gástrica, entre otras. El bypass gástrico por laparoscopia es la cirugía más recomendable para la mayoría de las personas que tienen obesidad con IMC entre 40 y 50.
En el caso de Sanitas se realiza un estudio multidisciplinar al paciente para determinar su caso concreto en el que participan nutricionistas, psicólogos, endoscopistas y anestesistas.
Otro sistema muy utilizado en el Método Apollo. Se trata de una técnica de reducción de estómago sin incisiones. Es un procedimiento seguro y poco invasivo con el que se pierde peso al reducir el tamaño del estómago del paciente. Consiste en realizar pequeñas suturas en las paredes internas del estómago a través de la boca y aunque no es una intervención quirúrgica si es necesario aplicar la anestesia general.
Antes de someterse al Método Apollo se realiza un estudio multidisciplinar al paciente para determinar su caso concreto en el que participan nutricionistas, psicólogos, endoscopistas y anestesistas.
Finalmente existen otras técnicas como la gastrectomía tubular que consigue reducir en un 30% la capacidad del estómago, con lo cual se ingiere menos cantidad de comida. Con este procedimiento el paciente pierde entre el 50 y el 60 por ciento de los kilos que le sobran. Otra opción es recurrir al cruce duodenal que es muy similar a la gastrectomía y reduce el estómago y la capacidad de absorción de nutrientes del intestino delgado.
Grados de obesidad mórbida
Según la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, los grados de obesidad se clasifican de este modo:
- Normopeso, si el IMC es de 18,5-24,9
- Sobrepeso (no obeso), si el IMC es de 25 a 29,9
- Obesidad grado 1 (de bajo riesgo), si el IMC es de 30 a 34,9
- Obesidad grado 2 (riesgo moderado), si el IMC es de 35 a 39,9
- Obesidad grado 3 (de alto riesgo, obesidad mórbida), si el IMC es igual o mayor a 40
- Obesidad grado 4 (obesidad extrema), si el IMC es igual o mayor a 50
En la población infantil o juvenil, se suele aplicar un reductor del 85-97% del IMC para tener en cuenta el factor edad y sexo.