El problema de controlar la obesidad en las personas mayores

El 23% de las personas mayores de 65 años tienen obesidad en nuestro país y el 45% presenta sobrepeso. Estas cifras son muy preocupantes debido al gran impacto que la obesidad tiene en la salud y a la dificultad que supone tratarla en las personas mayores, que además suelen presentar otras enfermedades crónicas que requieren atención.

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Consecuencias de la obesidad en personas mayores

La obesidad provoca una serie de cambios metabólicos que pueden favorecer el desarrollo de enfermedades como la diabetes, la hipertensión o la hipercolesterolemia. Además, la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal, se relaciona con un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular.

Por si todo esto fuera poco, la obesidad en personas mayores va alterando la función de distintos órganos, como el hígado, y deteriora la musculatura, haciendo que se pierda movilidad. Y es que la acumulación de peso suele ser ir en detrimento de la masa muscular, por lo que la persona mayor se ve cada vez con menos fuerza para mover y sostener su cuerpo y se entrega al sedentarismo.

¿Cómo se puede tratar la obesidad en las personas mayores?

El primer paso es acudir a un centro especializado para el tratamiento de la obesidad donde un equipo médico valore el estado general de salud, las enfermedades que pueda haber y cómo se están controlando. La pérdida de peso es fundamental para recuperar la salud, por lo que el especialista puede recomendar el seguimiento de una dieta personalizada basada en las necesidades y circunstancias personales.

Para elaborar la dieta personalizada, el médico nutricionista medirá diversos parámetros, como el consumo diario de energía, el índice de masa corporal, la cantidad de masa grasa y magra… Después analizará nuestros hábitos de vida para saber cuáles pueden modificarse. ¿Fumamos o bebemos alcohol con frecuencia? ¿Caminamos o hacemos alguna actividad física? ¿Estamos sometidos a situaciones de estrés, ya sean laborales o familiares?

Todos estos aspectos se tendrán en cuenta para elaborar una dieta personalizada que puedan incorporar las personas mayores fácilmente. La dieta recogerá toda la información sobre comidas que se deben realizar en cada momento, el consumo calórico y la previsión de pérdida de peso. El médico hará un seguimiento estrecho de todo el proceso y establecerá un calendario de visitas para comprobar los avances.

Perder peso poco a poco

Incluso una pequeña pérdida de peso tiene un impacto positivo en la salud general y en la reducción de la diabetes y de las enfermedades cardiovasculares. Por ello, es importante no dejarse llevar por la inercia y acudir a un especialista que pueda ayudarnos a revertir la situación. Con su apoyo conseguiremos que nuestros mayores pierdan peso, recuperen la movilidad, ganen autonomía, mejora en nuestra salud y su calidad de vida.