Balón intragástrico: cómo afrontar el final del tratamiento
El balón intragástrico es uno de los tratamientos de la obesidad tipo 1 más eficaces en las personas que tienen un IMC mayor 30, lo que se conoce como obesidad leve, y que necesitan perder entre 20 y 25 kilos.
Algunas de las razones por las que se elige el balón gástrico son que se trata de una técnica no quirúrgica poco invasiva y que no es permanente, ya que el balón se retira a los 6 meses. Mediante un endoscopio flexible se introduce por la boca una esfera de silicona que se rellena con una solución salina hasta ocupar el 60%-70% del espacio del estómago. De esta manera disminuye su capacidad, se consumen menos alimentos y, en consecuencia, menos calorías.
El balón gástrico se complementa con dieta
El tratamiento se complementa con una dieta personalizada y la pérdida de peso se empieza a ver desde las primeras semanas si se siguen las recomendaciones del equipo médico. De hecho, durante todo el proceso es importante contar con un seguimiento médico, nutricional y psicológico que permita obtener los mejores resultados.
¿Qué ocurre después del balón gástrico?
Una de las preguntas más frecuentes entre quienes llevan un balón intragástrico es cómo mantener el peso logrado una vez se retire el balón. ¿Es posible seguir adelgazando? ¿Cómo evitar empezar a recuperar el peso perdido? A continuación intentaremos despejar estas y otras dudas sobre el final del tratamiento con balón intragástrico:
No bajar la guardia
Cuando se retire el balón intragástrico es importante seguir las recomendaciones nutricionales del especialista y no bajar la guardia. Darse un capricho de vez en cuando no causa problemas, siempre que no se convierta en una rutina.
Aplicar lo aprendido
Durante los meses de tratamiento se aprende a comer de manera sana. El objetivo de este aprendizaje es proporcionar al paciente las herramientas necesarias para que pueda seguir adelante con un plan nutricional equilibrado una vez retirado el balón. Al final del tratamiento estas nuevas normas alimenticias deberían ser ya parte de la rutina y fáciles de mantener a largo plazo.
Actividad física
El ejercicio físico puede ser un gran apoyo cuando finalice el tratamiento. Gracias al peso perdido se gana movilidad y es más fácil prolongar el tiempo y la intensidad de la actividad física. Tal vez sea el momento de probar actividades un poco más exigentes que permitan afianzar el peso logrado
Motivación
En la recta final del balón intragástrico es bueno acudir al equipo de psicólogos en busca de motivación, consejos y recomendaciones sobre cómo afrontar la vida sin el balón y cómo manejar las emociones que puedan entorpecer el control del peso.
Buscar apoyo
Es bueno que el entorno del paciente sepa que el tratamiento ha finalizado y que eso no significa que se abre la veda para el consumo incontrolado de alimentos, sino que es el inicio de un nuevo periodo en el que es importante mantener los hábitos alimenticios adquiridos. La ayuda de familiares y amigos será importante para consolidar lo aprendido y controlar el peso en el futuro.