¿Qué resultados se puede lograr con el balón intragástrico?
El balón intragástrico es una opción no quirúrgica para las personas que tienen una obesidad leve u obesidad tipo 1, es decir, cuando su peso está por encima de lo deseado y no se logra adelgazar con dietas, aunque éstas sean dietas personalizadas.
Por eso, si tu IMC no consigue bajar de 30 debes tomar cartas en el asunto y plantearte la implantación de un balón intragástrico, un procedimiento temporal, ya que dura seis meses, tiempo en el que tu estómago será más pequeño y aprenderás a comer y a hacer ejercicio.
Adelgazar con el balón intragástrico
Y es que el peso perdido durante el tiempo que se tiene puesto el balón intragástrico se mantiene en el tiempo, tal y como lo confirma un ensayo clínico denominado Orbera que evaluó los datos 125 personas a las que se le implantaron un balón intragástrico.
Además de perder peso con el balón intragástrico, reducirás el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, porque este estudio también demostró que las personas que adelgazaron gracias al balón intragástrico disminuyeron el riesgo de diabetes, de hipertensión y de colesterol elevado, todas ellas promotoras de problemas cardiacos serios.
La clave, aprender a comer
Y es que con el balón gástrico además de saciarte antes, aprendes a comer y a adquirir un estilo de vida más saludable. Al perder peso, te encuentras mejor y te vuelves más activo.
Entras en un circulo “vicioso” positivo en el que cada vez te verás con más energía y más a gusto contigo mismo. No te preocupes, que en todo este proceso de aprendizaje te acompañará tu equipo de especialistas, integrado por un médico, un nutricionista y un psicólogo, que te darán las pautas necesarias para adaptarte a tu nueva vida.
El plan de entrenamiento físico también es parte importante del proceso y debes ir adquiriendo el hábito poco a poco e ir integrándolo en tu vida.
Dejará de ser una carga o imposición para convertirse casi en una necesidad, ya que siguiendo las pautas que te marca tu equipo de especialistas verás los progresos y los logros que consigues, que van más allá de la reducción del peso, logrando tener una vida activa, sana y saludable.
Comer ya no será una carga y no te entrarán remordimientos de conciencia, porque sabrás lo que tienes que comer, cuándo comerlo y de qué manera. Es todo un aprendizaje que merece la pena.