Tener barriga no solo es un problema estético sino también de salud. La grasa abdominal está relacionada con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, cáncer de mama y colorrectal, entre otras. Asimismo, cuando la barriga es prominente perdemos movilidad, nos cuesta agacharnos y no podemos hacer ciertas actividades cotidianas con facilidad.

Para acabar con la barriga y reducir sus consecuencias negativas en nuestra salud, es importante conocer los factores que están contribuyendo a su crecimiento y poner remedio cuanto antes. Aunque hay casi tantos tipos de barriga como de personas, a continuación vamos a repasar los tipos más frecuentes y daremos algunas claves para eliminarlas.

Tipos de barriga

  • Barriga ‘michelin’. Es el tipo de barriga que cuando la miras te recuerda a un neumático o un flotador. Es habitual en las personas que tienen malos hábitos alimenticios, comen muchos productos ricos en azúcares y grasas saturadas y además llevan una vida sedentaria.

Acumulan mucha grasa visceral, lo cual es especialmente peligroso para su salud cardiovascular y puede favorecer el desarrollo de diabetes. Para terminar con esta barriga y cortar de cuajo el riesgo sobre la salud, es importante iniciar una dieta proteinada que permita bajar de peso rápidamente o una dieta personalizada que se adapte a nuestras necesidades. Solo con eliminar los alimentos grasos, precocinados y ricos en azúcares se notará la diferencia. Junto a la dieta es fundamental iniciar un programa de ejercicios aeróbicos que ayuden a quemar más grasa, y de fuerza para tonificar la zona.

Tipos de barriga

  • Barriga menopáusica.

La menopausia conlleva importantes cambios hormonales que suelen traducirse en un aumento de peso generalizado y un incremento de la acumulación de grasa en abdomen y muslos.

El metabolismo se ralentiza y cuesta mucho más procesar los hidratos de carbono, que tienden a almacenarse en forma de grasa. Para combatirla hay que llevar una dieta equilibrada, baja en carbohidratos y grasas e incrementar la actividad física. Es importante alternar las actividades aeróbicas moderadas, como caminar, correr o montar en bicicleta, con los ejercicios de pesas, que ayudarán a tonificar y quemar todavía más grasa.

  • Barriga por estrés.

Aparece en personas adictas al trabajo y que viven en una situación permanente de estrés. Como consecuencia de ese estrés se disparan los niveles de cortisol, una hormona que favorece la acumulación de grasa en el abdomen.

La situación no mejora si a esto le sumamos que en las situaciones de estrés solemos comer productos hipercalóricos porque nos dan una sensación de bienestar. Las claves para acabar con esta barriga son seguir una dieta equilibrada y hacer actividades físicas moderadas.

El ejercicio intenso no está recomendado porque eleva la producción de cortisol. El yoga, Pilates, caminar y practicar técnicas de relajación pueden ayudar a dejar atrás el estrés y empezar una nueva vida más relajada.

  • Barriga por hinchazón.

¿Alguna vez has notado que al finalizar el día tienes una barriga con la que no te habías levantado? El origen de esta barriga está en trastornos digestivos tan diversos como la baja motilidad intestinal, flatulencias, digestiones lentas o enfermedades inflamatorias intestinales.

A su vez, estos trastornos digestivos suelen estar asociados a malos hábitos alimenticios y a una dieta rica en hidratos de carbono, grasa y azúcares.

Para reducir la hinchazón de la barriga hay que evitar los alimentos que puedan causar inflamación, los platos precocinados, la bollería, las bebidas gaseosas y el alcohol, especialmente la cerveza. También hay que reducir el consumo de alimentos que resulten pesados y ralenticen mucho la digestión.

  • Barriga post-embarazo.

La zona abdominal es la que más afectada se ve por el embarazo. La recuperación de la silueta dependerá de muchos factores, como por ejemplo el peso que se tenía antes del embarazo, los kilos ganados en la gestación, los hábitos alimenticios y de actividad física.

Durante el postparto es muy importante seguir una dieta equilibrada, especialmente si todavía se está en periodo de lactancia.

Es posible recuperar el peso y eliminar poco a poco la barriga si se sigue una dieta personalizada elaborada por un equipo de especialistas y basada en las necesidades de la mujer. La dieta personalizada se realiza siempre bajo control médico con el fin de evitar desequilibrios nutricionales. El objetivo es preservar la salud tanto de la madre como del bebé si le está amamantando.