Como bien sabemos, la “betaespera” es el nombre utilizado para denominar las dos semanas que transcurren entre la transferencia embrionaria y la prueba de embarazo. Durante este periodo, los síntomas emocionales que más aparecen son los relacionados con la ansiedad y el estrés.
Nos encontramos ante un período de incertidumbre. Los resultados del tratamiento no dependen de nosotras, se escapan a nuestro control. Es precisamente esta falta de control la que nos puede conducir a un estado de ansiedad que, en mayor o menor medida, nos genere un malestar tanto físico como emocional.
Betaespera sin síntomas
El estado anímico que pueden aparecer durante la betaespera suele asemejarse a toda una montaña rusa. Oscilamos desde las emociones más positivas como son la confianza, la euforia, las expectativas de éxito… A las más negativas: miedo al fracaso, impotencia, frustración e incluso angustia.
En ocasiones, aún en el caso de tener pareja, sentimos como si estuviéramos en una onda completamente distinta. Nos preguntamos si es posible que la otra persona se sienta igual y sea capaz de entender lo largas y difíciles que pueden resultar estas dos semanas. En este momento, es cuando más necesitamos el apoyo incondicional de la otra persona.
Hay que tener en cuenta que los síntomas emocionales de la betaespera van a depender mucho de la trayectoria que llevemos en nuestra búsqueda de embarazo. No siempre se vive igual cuando acabamos de terminar nuestro primer tratamiento que cuando llevamos ya varios con resultado negativo. Asimismo, la personalidad y el tipo de afrontamiento que tengamos ante el estrés va a hacer la espera más o menos llevadera.
¿Qué síntomas evitar cuando la betaespera es negativa?
Diferenciamos también entre dos tipos de estrés:
– El estrés agudo: se ocasiona en un breve periodo de tiempo y normalmente desaparece con rapidez. Es muy frecuente y aparece cuando se vive una situación complicada con una alta carga emocional o cuando pasamos por un proceso nuevo. No genera problemas importantes de salud, puesto que no suele durar mucho.
– Estrés crónico: se padece durante un periodo de tiempo más prolongado que puede variar desde semanas a meses. Aparece cuando no vemos salida a una situación compleja que estamos atravesando y empezamos a vivir en un constante estado de activación.
Cuanto más tiempo llevemos en la búsqueda de embarazo, así como dentro de los tratamientos de reproducción asistida, más probable será que exista un estrés crónico y que los síntomas emocionales que aparezcan en la betaespera se vivan con una mayor intensidad.
Consejos cuando se espera una betaespera positiva
Por este motivo, os damos una serie de consejos para sobrellevar este periodo:
- Dejar de observarnos continuamente. Los síntomas físicos que aparecen son muy difíciles de distinguir de los que se producen tanto en un resultado positivo como negativo.
- Hacer vida normal: es esencial interiorizar este consejo. El trabajo, las tareas rutinarias, recuperar nuestro día a día, nos va a ayudar a que la espera sea más llevadera.
- Recuperar la vida social y las actividades placenteras. Contar con una red social de apoyo.
- Centrarnos en la pareja, recuperar los momentos de complicidad y de estar juntos.
- Evitar obsesionarse: es imposible olvidarnos de lo que estamos viviendo, pero vamos a establecer solo unos momentos al día para permitirnos pensar en lo que pasará tanto si es positivo como si no. Durante ese momento expresaremos todas nuestras dudas, miedos, ilusiones y deseos.
- Hacer ejercicios de relajación o practicar una actividad física suave y adecuada a nuestra condición, siempre que no haya ninguna contraindicación médica.
- Si vemos que nuestros síntomas y emociones nos desbordan y no podemos manejar todo el estrés que tenemos es el momento de acudir a un/a profesional que nos ayude a afrontar esta situación.