Significa reparación del útero. Se trata de una cirugía que se realiza en el interior del útero mediante histeroscopia en la que corregimos las paredes internas del útero en los casos en los que exista una alteración anatómica. No es una cirugía abdominal. Se accede a través de la vagina y no quedarán cicatrices visibles. Sí que se hace bajo anestesia, suele tener una duración menor a una hora y la mujer puede ir el mismo día a su casa con recomendaciones de cuidado.
¿Qué es la metroplastia histeroscopica?
El histeroscopio nos permite realizar una exploración directa del interior del útero. Consiste en introducir un elemento a través de la vagina y el cuello del útero para poder ver el útero por dentro. Para una valoración adecuada necesitamos que las paredes internas se abran y ello se consigue mediante la introducción de suero a través del histeroscopio. Además, el histeroscopio consta de un canal hueco por el cual podemos introducir instrumentos con los que reparar posibles lesiones o hallazgos que encontremos. Podemos imaginar al útero como una cavidad y lo que queremos es mirar dentro para reparar alteraciones.
¿Por qué se presenta la metroplastia en útero en T?
Hay mujeres que tienen tabiques en el interior del útero que dificultan el embarazo, o formas diferentes a las de un útero de una mujer fértil, como cavidad en forma de T.
La finalidad de la metrosplastia es conseguir una cavidad con morfología normal, triangular, como las cavidades que encontramos en las mujeres fértiles.
Las malformaciones uterinas aparecen por defectos en el desarrollo durante la etapa embrionaria y puede encontrarse hasta en el 5% de las mujeres. En estas, solo una de cada 4 mujeres pueden tener un problema reproductivo. La malformación que más frecuentemente encontramos es el útero septo. En ocasiones, encontramos formas de útero “especiales” que no necesitan cirugía, como úteros arcuatos o con tabiques muy pequeños. Para valorar la forma uterina antes de pensar en la metroplastia, nos ayudamos de otras pruebas diagnósticas, como la ecografía 3D o la resonancia magnética pélvica.
En caso de encontrarnos ante una malformación uterina subsidiaria de corrección quirúrgica mediante metroplastia, hay que individualizar cada caso y valorar el beneficio riesgo de la intervención. En ocasiones, la cirugía en mujeres que no consiguen embarazo sin otra causa conocida podría aumentar su tasa de embarazo tras la metroplastia. Es tu ginecólogo quién puede orientarte acerca de cómo es tu útero. Si tienes dudas, consulta.