La cirugía intraocular es una opción para el tratamiento de errores refractivos en ojos sanos, por eso, no se pueden operar ojos que tienen glaucoma o degeneración macular asociada a la edad.
¿Qué corrige la cirugía intraocular?
Miopía.
Hipermetropía.
Astigmatismo.
Presbicia.
¿Cómo se coloca una lente fáquica?
La intervención de cirugía intraocular consiste en colocar una lente fáquica en el interior del ojo sin cambiar la lente natural del ojo, es decir, sin hacer nada en el cristalino. Para llevar a cabo la intervención se pone anestesia local en el ojo para que el oftalmólogo pueda hacer su trabajo de forma segura y sin sobresaltos.
Una vez que el ojo está dormido, comienza la cirugía intraocular, en la que se hacen pequeñas incisiones, más bien minúsculas, en la córnea para poder introducir la lente que corregirá el defecto de la visión.
La colocación de la lente es un procedimiento fácil pero que requiere de la pericia y experiencia del cirujano oftalmológico que la está llevando a cabo. Por eso, es fundamental acudir a un buen centro especializado en Oftalmología que cuente con la experiencia necesaria para llevar a cabo este tipo de intervenciones.
Una vez colocada la lente, se irriga bien el ojo para comprobar que todo está en su sitio y se procede a tener el ojo en reposo para que las minúsculas incisiones cicatricen bien.
Después de la cirugía deberás esperar un tiempo, que no suele ser superior a una hora, para que tu equipo de especialistas compruebe que todo está bien.
Una vez que te hayas recuperado de la intervención, podrás irte a casa donde debes permanecer en reposo relativo, es decir, no te tienes que meter en la cama pero tampoco debes hacer actividades cotidianas. Normalmente, se recomienda estar sentado sin leer ni forzar mucho la vista.
En las primeras 24 horas tras la cirugía intraocular no recomiendan agacharse ni frotarse los ojos.
Consejos tras la cirugía intraocular
Para evitar el picor y las molestias, tendremos que ponernos las gotas que nos recomiende nuestro equipo de especialistas en Oftalmología, que también nos prescribirá un colirio con antibiótico para prevenir una posible infección.
Al día siguiente, volveremos a nuestro centro especializado para la revisión de la cirugía.
Es importante que sigamos las recomendaciones que nos hacen y protejamos el ojo intervenido. Las gafas de sol son de gran ayuda en los primeros días, ya que además de defendernos de los rayos del sol, son un buen escudo para evitar que nos entre en el ojo algún elemento extraño que nos lo irrite.
Una cosa muy importante: los resultados de la cirugía intraocular son visibles en las primeras horas.