Las personas con obesidad leve sufren especialmente las consecuencias de las altas temperaturas durante el verano, ya que su organismo tiene mayores dificultades para disipar el calor a través de la circulación sanguínea. Esto hace que aumente mucho la sudoración y, en consecuencia, la pérdida de líquido y de sales minerales. Por ello tienden a deshidratarse con mayor facilidad.

Consecuencias del calor en las personas con obesidad

  • Cansancio que impide realizar tareas cotidianas.
  • Menor movilidad debido a la incomodidad de la sudoración y la sensación de agotamiento.
  • Sed persistente.
  • Calambres en las extremidades y en la zona abdominal.
  • Descenso de la tensión arterial, lo que incrementa aún más la sensación de cansancio.
  • Dolor de cabeza.
  • Alteraciones del ritmo cardiaco.
  • Visión borrosa.
  • Inflamación de las extremidades.
  • Aumento de la temperatura corporal y el estrés térmico.

Cuidado con los golpes de calor

Estos síntomas pueden agudizarse si la temperatura corporal aumenta mucho y se produce un golpe de calor, que es lo que suele ocurrir cuando el organismo supera los 40,5. En este caso pueden aparecer mareos, náuseas y vómitos, desmayos y convulsiones.

Adelgazar con la ayuda de un médico

Para dejar de sufrir el impacto del calor en el organismo lo mejor que puedes hacer es ponerte en manos de profesionales médicos que analicen tu caso y tu necesidad de pérdida peso. De esta manera podrán recomendarte el tratamiento que mejor se adapte a tus circunstancias, entre los que se encuentra el balón intragástrico.

Colocación balón intragástrico

El balón intragástrico está indicado en las personas con un IMC>30 y necesitan perder entre 20 y 25 kilos. Durante la intervención se introduce por la boca, mediante un endoscopio flexible, una esfera de silicona que se rellena de una solución estéril para que ocupe al menos el 60-70% del estómago. De esta manera disminuye su capacidad y la ingesta de alimentos.

Este tratamiento no es permanente y el balón gástrico se retira a los seis meses. Durante este periodo recibirás el apoyo constante del equipo de médicos, nutricionistas y psicólogos que te atienden para que consigas los mejores resultados. Asimismo, te enseñarán a adquirir nuevos hábitos alimenticios, de manera que cuando se retire el balón puedas mantener el peso logrado e incluso puedas seguir perdiendo algunos kilos de más.