Qué es balanitis 

La balanitis consiste en la inflamación del glande, y aunque tiene un buen pronóstico, es un trastorno que causa muchas molestias si no se trata a tiempo, ya que la inflamación se puede extender al prepucio y a la parte superior del pene.

Balanitis Síntomas

Los síntomas habituales de la balanitis son:

  • Enrojecimiento, escozor y dolor en la punta del pene.
  • Irritación y heridas en el glande.
  • Secreciones purulentas, en ocasiones con mal olor.
  • Hinchazón e hipersensibilidad.
  • Imposibilidad de retraer el prepucio.
  • Dolor al orinar.

La balanitis puede ser aguda, crónica o recurrente, y en todos estos casos es importante acudir al especialista cuanto antes para atajar la inflamación y evitar tanto el empeoramiento y, en la medida de lo posible, la reaparición. Si no se trata adecuadamente, cabe la posibilidad de que la inflamación genere presión en la uretra, que es la encargada de transportar la orina al exterior, causando dolor y molestias similares a la cistitis en el caso de las mujeres.

¿Por qué se produce la balanitis? 

La falta de higiene es una de las principales causas de balanitis, ya que favorece el crecimiento de microorganismos. Pero además, hay otras posibles causas:

  • Dermatitis y alergias: algunos jabones o el contacto con materiales como el látex pueden irritar la piel y producir una balanitis por contacto.
  • Procesos infecciosos: la proliferación de bacterias y hongos, como la Candida albicans, puede favorecer el desarrollo de balanitis.
  • Liquen esclerótico: consiste en la formación de adherencias en el prepucio, lo que impide que se pueda retraer bien.
  • Lesiones: las heridas por alguna causa traumática o por roce.

Balanitis Diabetes

A estas causas debemos sumar otra importante, que es la diabetes, ya que los diabéticos tienen un mayor riesgo de sufrir balanitis por Candida.

El diagnóstico de la balanitis se hace mediante observación y exploración física, pero también es posible que el médico decida tomar una biopsia, esto es una muestra de la punta del pene para analizarla posteriormente en el laboratorio y confirmar el diagnóstico. Si la balanitis es recurrente, seguramente te hagan un análisis de sangre para descartar una posible diabetes no diagnosticada, puesto que favorece la recurrencia y cronicidad de la inflamación, así como la presencia de otras enfermedades de transmisión sexual.

Balanitis Tratamiento

El tratamiento de la balanitis pasa por mantener una buena higiene. Sin ella, cualquier tratamiento será infructuoso o mejorará momentáneamente los síntomas para luego volver a aparecer. En la higiene es importante evitar los productos irritantes y optar por jabones con pH neutros o específicamente formulados para las zonas íntimas. Si la balanitis está causada por algún producto, lo más probable es que mejores en cuanto dejes de utilizarlo.

Además, el especialista puede recetarte algunos medicamentos que ayudarán a eliminar la inflamación y mejorar los síntomas, como las cremas antimicóticas, indicadas en las balanitis por hongos (Candida); antibióticos y corticoides para reducir la inflamación. En ocasiones es posible que se aconseje la circuncisión para poner fin a los procesos de balanitis, pero esta opción suele ser muy poco frecuente.

Cómo preparar la consulta con un especialista

La balanitis se diagnostica a través de la exploración física y el cultivo de muestras del glande, por lo que debes prepararte para este tipo de exploración, que se hace en la propia consulta del especialista. Asimismo, para facilitar el diagnóstico hay una serie de datos que el médico necesita conocer.

Por eso, debes informarle sobre:

  • Los síntomas que has identificado, como dolor, hinchazón, secreciones y, principalmente, la dificultad para retraer el glande.
  • Si es la primera vez que experimentas estos síntomas o si ya los ha sufrido con anterioridad.
  • Si tienes diabetes u otras enfermedades, especialmente de transmisión sexual.
  • Antecedentes familiares: es importante conocer las enfermedades, tanto urológicas como de otro tipo, que se hayan producido en la familia.
  • Información sobre el estilo de vida: si fumas y/o bebes, alimentación y actividad física.
  • Fármacos que estás tomando para tratar otras enfermedades.
  • Si tomas algún suplemento alimenticio.
  • Dudas que tengas sobre lo que te pasa. Si las llevas anotadas no te olvidarás de preguntarlas, porque a veces con los nervios se olvidan.