¿Qué son los nódulos en la mamas?
Cuando vas al ginecólogo a hacerte una revisión, una de las pruebas que te hace es una exploración de las mamas. Situándote con los brazos detrás del cuello, el especialista palpa las mamas para poder localizar la presencia de un posible nódulo. Hay varios tipos de nódulos que pueden desarrollarse dentro de las mamas. Según la Asociación Española contra el Cáncer, el 90% de los nódulos en las mamas que aparecen en mujeres jóvenes son benignos, pero es recomendable revisarlos anualmente para ver su evolución.
Para salir de dudas, tu médico te pedirá la realización de una ecografía y/o mamografía, en función de tu edad, para ver las características de los nódulos en las mamas y su composición. Según el Colegio Americano de Radiología, existen cuatro tipos de mamas:
- Mamas grasas.
- Mamas de densidad media con alguna densidad fibrogranular.
- Mamas densas.
- Mamas muy densas.
El tejido de la mama está compuesto por tejido graso, glandular y conectivo. Durante el ciclo menstrual, como consecuencia de las hormonas, el tejido de la mama puede ir cambiado, por eso, puedes notar que algún nódulo cambia de tamaño o se vuelve más sensible. Según aumenta la densidad del tejido de la mama es más difícil ver apreciar si aparece un nuevo nódulo.
Nódulo hipoecoico mama
Si nos referimos a la ecografía, entre los nódulos se encuentran los denominados hipoecoicos. Son lesiones que se reflejan en la ecografía como zonas muy oscuras, porque están compuestas por tejido blando que contiene grasa, líquido.
Cuando se palpa un nódulo puedes sentir el tejido de diferentes texturas: suave, firme, duro o blando (como si fuera plastilina). Pueden ser pequeños, del tamaño de un botón de camisa, pueden ser redondos y con los bordes bien definidos o irregulares. No suelen doler, aunque dependiendo del día del ciclo menstrual, puedes tener más sensibilidad cuando los palpas.
Nódulos en las mamas benignos
En líneas generales y dependiendo del tamaño, los nódulos de las mamas benignos no necesitan ser extirpados, pero sí que es recomendable un seguimiento estrecho.
La estructura “normal” de la mama es lo que conocemos como mastopatía fibroquística, que no es más que el reflejo del estímulo hormonal sobre los diferentes componentes de la mama. Puede variar desde mamas fibrosas o densas, a aquellas que tienen tendencia a formar quistes o mamas con adenosis, que se consideran mamas de más complejo seguimiento.
Tú misma puedes autoexplorar tus mamas. El Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) recomienda estos cinco pasos para una correcta autoexploración de la mama.
- Colócate delante de un espejo, levanta los brazos y observa las mamas.
- Con la punta de los dedos presiona levemente, haciendo movimientos circulares para ver si hay masas o nódulos.
- Sube hasta las axilas para ver si hay algún nódulo.
- Presiona suavemente el pezón. Si sale líquido o sangre debes consultar con tu médico.
- Recostada, vuelve a palpar la mama y la axila.
Para evitar sustos innecesarios, debes llevar un buen control de tus nódulos en la mama. Lo importante es seguir las recomendaciones de tu médico y acudir a revisiones periódicas.