Cirugía bariátrica, ¿es la opción de tratamiento que necesito?
La cirugía bariátrica consiste en un conjunto de procedimientos quirúrgicos de reducción de estómago,que modifican el sistema digestivo con el fin de facilitar la pérdida de peso. Algunas de estas técnicas actúan solo sobre el estómago reduciendo su tamaño, mientras que otras también lo hacen sobre el intestino delgado, de manera que además de disminuir la ingesta de alimentos se produce una malabsorción de calorías y nutrientes.
La cirugía bariátrica está indicada en las personas que tienen obesidad mórbida (IMC < 40) y que son incapaces de perder peso por otros medios, como la dieta y el ejercicio. Además, está recomendada en las personas obesas (IMC < 35) que presentan comorbilidades, es decir, enfermedades asociadas al sobrepeso, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares o apnea del sueño.
Y es que además de facilitar la pérdida de peso, la cirugía bariátrica tiene un impacto positivo en la salud general de los pacientes, ya que se ha demostrado que las personas que se someten a cirugía bariátrica mejoran su salud metabólica, (mejorando e incluso dejar de tener hipertensión, colesterol y/o diabetes), y por lo tanto, disminuye el riesgo de tener un infarto de corazón o un ictus demostrado en múltiples estudios entre ellos el “Swedish Obese Subjects” que realizó el seguimiento de más de 4.000 pacientes, la mitad de los cuales se habían sometido a cirugía bariátrica, mostró que la incidencia menor de estas dos enfermedades entre los que se habían operado.
En todo caso, es el equipo médico es el encargado de valorar la conveniencia de realizar la cirugía bariátrica tras analizar nuestra historia clínica, las enfermedades que padecemos, el tipo de obesidad, si estamos en condiciones de afrontar un postoperatorio estricto con una dieta restrictiva e incluso nuestro estado anímico y emocional, ya que puede influir en el éxito de todo este proceso.
Entre los procedimientos de cirugía bariátrica más frecuentes se encuentran los siguientes:
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Bypass gástrico
El estómago se divide en dos partes y la más pequeña es la que se encargará de recibir los alimentos. Después, esa pequeña porción de estómago se une al intestino delgado pero saltándose al menos el 40% del mismo. Así se consigue por un lado reducir la ingesta de alimentos y por otro una malabsorción de grasa y nutrientes. La reducción de estómago con bypass gástrico se realiza por vía laparoscópica y permite perder entre 5 y 10 kilos al mes durante el primer año tras la intervención. Permite perder entre el 60 y el 75% del sobrepeso.
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Gastrectomía tubular
Consiste en la eliminación de parte del estómago (como mínimo del 70%) para dejar solo una porción o manga estrecha que será la que reciba los alimentos. Al ser el estómago mucho más pequeño se reduce el consumo de alimentos y se llega mucho antes al punto de saciedad. Se realiza por vía laparoscópica, y permite perder entorno al 50-60% del sobrepeso.
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Cruce duodenal
También conocido como derivación biliopancreática o switch duodenal, combina dos técnicas de cirugía bariátrica: la gastrectomía tubular y el bypass biliopancreático.
Por un lado, se secciona el estómago para reducir su capacidad de alojar alimentos, para realizar una menor absorción de los nutrientes (de mayor intensidad que en el bypass gástrico) se modifica el intestino delgado para crear varias rutas que llevarán los alimentos al resto del tracto intestinal o la bilis hepática.
Una de estas rutas, la más corta, será la que lleve la comida del estómago al resto del tracto intestinal, mientras que la más larga transportará la bilis hepática. De esta manera, se reduce el consumo de alimentos, se alcanza antes el punto de saciedad y se produce una malabsorción de calorías y nutrientes.La combinación de estas técnicas de cirugía bariátrica permite perder entre el 70% y el 85% por ciento del sobrepeso.
Después de la cirugía bariátrica es necesario un periodo de reposo que variará según el procedimiento empleado. El especialista diseñará una dieta personalizada, basada al inicio en alimentos líquidos para incorporar poco a poco los sólidos, un plan de ejercicio que complemente el proceso de adelgazamiento y prescribirá vitaminas y minerales que puedan suplir las carencias nutricionales.
La cirugía bariátrica no reemplaza los buenos hábitos alimenticios, pero ayuda a acelerar la pérdida de peso y a volver a ser activos en un periodo más corto de tiempo. Si además la combinamos con una dieta equilibrada y ejercicio físico, no solo mejoraremos los resultados sino que además conseguiremos mantenerlos y consolidarlos en el tiempo.