La densitometría ósea es una prueba que sirve para diagnosticar una posible osteoporosis y evaluar el riesgo de sufrir fracturas de manera precoz.

Asimismo, permite conocer la respuesta al tratamiento de las personas que ya tienen esta enfermedad.

La osteoporosis

La osteoporosis consiste en una pérdida gradual de la masa ósea por una deficiencia de calcio y vitamina D, lo que hace que los huesos pierdan grosor, se vuelvan más frágiles y aumenten las probabilidades de que se rompan.

La densitometría ósea

La densitometría ósea utiliza los rayos X para producir imágenes del interior de nuestro cuerpo y medir la pérdida de hueso, normalmente de la parte inferior de la columna y las caderas.

Esta prueba se puede realizar tanto en adultos como en niños y es sencilla, rápida, indolora y no invasiva.

Normalmente dura entre 10 y 30 minutos, dependiendo del equipo utilizado y las partes del cuerpo examinadas.

El radiólogo será quien supervise la realización de la prueba y analice los resultados que se obtengan.

Métodos de densitometría ósea

Existen dos tipos de aparatos para realizar la densitometría ósea:

  • Un dispositivo central que consiste en una mesa o camilla plana y acolchada con un brazo suspendido por encima de ella y que se encarga de medir la densidad ósea en la cadera y la columna.
  • Un dispositivo portátil que mide la densidad ósea de la muñeca, el talón o el dedo y puede ser muy útil para predecir el riesgo de fractura en la cadera o la columna. Para realizar esta prueba se coloca el dedo o la mano en un dispositivo que proporciona el resultado en unos minutos.

Test de osteoporosis

Población

La densitometría ósea está recomendada en las mujeres postmenopáusicas en general, ya que los cambios hormonales que se producen en la menopausia elevan el riesgo de osteoporosis, y en particular en las que tienen antecedentes maternos de fractura de cadera o de osteoporosis.

También deben hacérsela las personas que toman medicamentos que generan pérdida de masa ósea y a las mujeres postmenopáusicas que fuman o han fumado a lo largo de su vida (el tabaco acelera la pérdida de calcio en los huesos).

Asimismo, es conveniente la densitometría ósea a las personas que tienen enfermedades relacionadas con la pérdida de hueso, como diabetes tipo 1, enfermedad renal o hepática, acudan al especialista para que evalúe su salud ósea y realice controles periódicos.