El objetivo de una ecografía transvaginal, es hacer un seguimiento del desarrollo de los folículos que están siendo sometidos a base de hormonas, a una estimulación ovárica.
¿Para qué sirve la ecografía transvaginal?
Esta prueba de imagen permite determinar el número de folículos que se están desarrollando, y también cuáles van más “adelantados”, analizando así el crecimiento folicular.
Los folículos son la pista más certera de cuál es tu reserva ovárica, esto es, la cantidad de ovocitos de los que dispones para llevar a cabo la fecundación y conseguir el embarazo.
Conocer la reserva ovárica es fundamental en todo estudio de fertilidad, y el folículo es un elemento que tiene un papel muy importante en el proceso, que en el caso de la reproducción asistida, se pone en marcha el primer día del ciclo menstrual y tiene como objetivo optimizar el momento de la ovulación.
¿Qué son los folículos?
A pesar de ser uno de los principales protagonistas de todo el proceso previo a la punción folicular (fase clave en la fecundación in vitro – FIV), los folículos son, en cierta medida, unos grandes desconocidos.
Los folículos son unas estructuras formadas por miles de células que contienen en su interior un ovocito, pero esto no siempre ocurre así debido a causas y circunstancias de distinto tipo. En este sentido, es importante que tengas clara la relación entre folículo y ovocito, y la diferencia que existe entre ambos, ya que a menudo suelen confundirse:
- El ovocito es el gameto (célula reproductora) femenino que junto al masculino interviene en la formación del embrión tras la fecundación.
- El ovocito es una célula y, por tanto, su observación se realiza en el laboratorio, mientras que para observar el folículo, formado por un conjunto de células, hay que recurrir a la ecografía.
- El número de folículos no refleja necesariamente la cantidad de ovocitos de los que se va a disponer para llevar a cabo el proceso.
- Aunque la información que aportan los folículos es clave en el contexto de una FIV, cualquier mujer, aunque no esté intentando quedarse embarazada, puede conocer en cualquier momento de su vida su reserva ovárica a través del recuento de folículos simplemente haciéndose una ecografía.
Recuento de ovocitos tras la extracción de óvulos
A pesar de su utilidad, la traba que presenta el recuento de folículos es que hasta que no se realiza la punción folicular (extracción de óvulos), no es posible determinar si dentro del folículo hay o no un ovocito, y tampoco si éste va a ser viable para llevar a cabo la fecundación.
Sin embargo, gracias a la ecografía transvaginal, sí que se puede aproximar más o menos el desenlace que va a tener el proceso mediante el control y observación del desarrollo y crecimiento de los folículos.
Ecografía transvaginal con recuento de folículos antrales
La ecografía transvaginal también informa del momento en que varios de estos folículos alcanzan el tamaño adecuado (entre 16 y 18 mm) para que dentro de ellos exista un ovocito maduro. El paso siguiente es administrar una hormona, la gonadotropina coriónica humana (hCG), que desencadenará la ovulación, programándose la punción folicular para 24-48 horas después. De cualquier modo, el hecho de que un folículo tenga un crecimiento adecuado, no siempre significa que haya un ovocito maduro en su interior.
Calidad de la reserva ovárica
A modo de guía, estos son los intervalos que indican la calidad de la reserva ovárica en una mujer, esté siguiendo o no, un tratamiento de reproducción asistida, en función del recuento del número de folículos:
- Recuento de 6 a 10 folículos: se interpreta como una reserva ovárica adecuada.
- Recuento inferior a 6 folículos: la reserva ovárica es baja, por lo que puede tener dificultades para conseguir el embarazo y tiene más riesgo de no responder al tratamiento en caso de una FIV.
- Recuento superior a 12: se considera una reserva ovárica alta, y predice una respuesta exagerada al tratamiento, por lo que puede no ser aconsejable seguir con el tratamiento de FIV.