¿Qué es el embarazo único?

Se denomina embarazo único al proceso de gestación surgido de la fecundación del óvulo por un solo espermatozoide, dando lugar a un único feto. Aunque los embarazos únicos son los más frecuentes, en los últimos años han aumentado considerablemente los embarazos múltiples en España debido a factores como el retraso de la edad de maternidad y el incremento del uso de técnicas de reproducción asistida.


Embarazo único vs. Embarazo múltiple

En el embarazo único se desarrolla un solo feto que da lugar al nacimiento de un único bebé, mientras que en el embarazo múltiple se desarrollan dos o más fetos. Esto puede deberse a que se han fecundado dos o más óvulos, o a que un único óvulo fecundado se divide. El primero caso da lugar a gemelos dicigóticos (mellizos) resultantes de la fecundación de varios óvulos a la vez por espermatozoides distintos, y en el segundo se desarrollan gemelos monocigóticos, que son genéticamente idénticos y proceden de un único óvulo fecundado que se divide.

Entre los factores que pueden favorecer un embarazo múltiple están la genética, la edad avanzada o precoz de la madre y los embarazos previos. Además, algunos tratamientos para la fertilidad y técnicas de reproducción asistida también aumentan el riesgo de embarazo múltiple.

Riesgos del embarazo múltiple

Aunque cualquier embarazo puede presentar complicaciones, los embarazos múltiples se consideran de alto riesgo, tanto para la madre como para el bebé. La gestación de dos o más fetos incrementa el riesgo de:

  • Muerte intrauterina de uno o varios fetos.
  • Parto prematuro.
  • Preeclampsia (tensión arterial alta durante la gestación).
  • Diabetes gestacional.
  • Anemia grave.
  • Retraso en el crecimiento uterino.
  • Bajo peso al nacer.
  • Malformaciones fetales.
  • Síndrome de transfusión feto-fetal.

En los partos múltiples también es mayor la probabilidad de sufrir una cesárea, el riesgo prolapso o enredamiento del cordón umbilical, de desprendimiento o de retención de placenta, y de hemorragia postparto.

Aunque el control y seguimiento de las mujeres con embarazos múltiples ayuda a disminuir en gran medida estos riesgos, a la hora de plantear tratamientos de reproducción asistida es importante tenerlos en cuenta al decidir cuántos embriones transferir al útero.

¿Es mejor implantar un solo embrión o varios embriones?

En España, la Ley 14/2006 sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida permite la transferencia de un máximo de tres embriones en este tipo de procedimientos. Cuando se transfieren dos o más embriones aumenta considerablemente el riesgo de embarazo múltiple.

Los tratamientos de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV), plantean importantes desafíos a las parejas que tienen problemas para concebir. Éstas se ven sometidas a niveles elevados de estrés por el deseo de ser padres y sufren un importante desgaste físico y emocional cuando los ciclos de FIV fracasan y deben seguir intentándolo. A esto se debe sumar la inversión económica que supone acceder a este tipo de tratamientos.

Para reducir todos estos efectos y alcanzar su objetivo de paternidad cuando antes, muchas parejas optan por la transferencia de dos embriones, asumiendo el riesgo de tener un embarazo múltiple.

Sin embargo, existe un importante debate sobre cuándo es conveniente transferir un solo embrión (SET, por sus siglas en inglés) o varios a la vez, cuál es el impacto que tiene esta decisión en el éxito de la FIV y cómo afecta a la salud de la mujer y del feto. Varios estudios indican que no existe una diferencia significativa en la tasa de gestación mediante FIV conseguida con la transferencia de un solo embrión o de dos a la vez, por lo que existe una creciente tendencia a implantar un solo embrión para conseguir un embarazo único.

El éxito de la implantación de un único embrión para conseguir un embarazo único se debe al gran avance en las técnicas de selección embrionaria y el diagnóstico genético preimplantacional para el análisis cromosómico del embrión, que permite identificar los embriones que están totalmente sanos y que tienen más probabilidades de implantarse y crecer en el útero. Las técnicas de vitrificación también permiten preservar los embriones evolutivos de manera adecuada para que puedan ser utilizados en ciclos posteriores.  No obstante, aunque se transfiera un único embrión, éste también puede dividirse y dar lugar a un embarazo múltiple.

En todo caso, la decisión de transferir uno o dos embriones debe tomarse teniendo en cuenta las características de la pareja y la valoración de todas las pruebas necesarias.

Proceso de fecundación in vitro (FIV) en el embarazo único

El proceso de fecundación in vitro (FIV) para conseguir un embarazo único, en el que se transfiere un solo embrión, es el mismo que se utiliza para la transferencia de varios embriones a la vez.

En primer lugar la mujer sigue un tratamiento para estimular la maduración de varios óvulos de manera controlada. Estos óvulos se extraen y se fecundan en el laboratorio para conseguir embriones viables. Después se realiza la incubación de los embriones y la selección del que finalmente será transferido a la cavidad uterina.

En este proceso entran en juego, entre otras, técnicas como la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), el uso de tecnología para la incubación de los embriones que además de crear el medio adecuado para su crecimiento permite observarlos de manera continua y en tiempo real, y el Diagnóstico Genético Preimplantacional, para el análisis cromosómico  de los embriones y descartar los que puedan tener anomalías. Para preservar los embriones y utilizarlos en posteriores ciclos, se utilizan técnicas de vitrificación.

Puedes encontrar más información sobre el proceso FIV en el siguiente enlace.