Todo lo que rodea a la producción de óvulos genera mucha inquietud en mujeres que tienen problemas de fertilidad.

La evolución de la producción de óvulos

Nacimiento

Cuando nace, la mujer cuenta con más de 700.000 óvulos, número que va descendiendo poco a poco y de manera natural a lo largo de su vida.

Pubertad

En la pubertad el recuento de óvulos está en torno a los 300.000, aunque solo entre 300 y 400 llegarán a madurar en el proceso de ovulación, cuando el folículo ovárico libera un óvulo y desciende por las trompas de Falopio para ser fecundado por un espermatozoide. Si esta fecundación no se produce, el óvulo se desprende del endometrio y es desechado con la menstruación.

Edad adulta

La cantidad y calidad de los óvulos es determinante en términos de fertilidad, ya que de estos factores depende que haya óvulos disponibles para ser fecundados o que tengan la suficiente calidad como para ser viables.

La reserva ovárica de la mujer disminuye a partir de los 35 años y se reduce a un 10 por ciento, aproximadamente. A partir de los 40 años esta reserva desciende drásticamente y se estima que las probabilidades de quedarse embarazada de manera natural no superan el 5 por ciento.

Por lo tanto, la edad es un factor clave en la producción de óvulos, pero no es el único.

¿Qué afecta a la producción de óvulos?

Algunas enfermedades, como los trastornos inmunológicos o genéticos, el síndrome de ovario poliquístico o la endometriosis también pueden hacer que la producción de óvulos sea baja, irregular o de escasa calidad.

Por un lado, estos trastornos interfieren en los ciclos menstruales durante los que se llevan a cabo la producción y maduración de los óvulos; por el otro, influyen en la calidad de los óvulos y, si se consigue la fecundación, pueden dar lugar a embarazos en los que el embrión presente anomalías cromosómicas y trastornos genéticos, pudiendo dar lugar a abortos.

Incrementar la producción de óvulos

La alimentación y la modificación de algunos hábitos de vida poco saludables, como el tabaquismo, ha demostrado que puede influir tanto en la producción como en el mantenimiento de la reserva ovárica.

Estimulación ovárica

A través del tratamiento de estimulación ovárica que se lleva a cabo en las primeras fases de los tratamientos de fecundación in vitro, buscamos obtener el mayor número de óvulos posibles en cada ciclo menstrual. Estos fármacos específicos estimulan la maduración de los ovocitos y la liberación de más de un óvulo para ser fecundado, lo que aumenta las posibilidades de obtener un embarazo. En cuanto a la calidad, esta va asociada a la edad.

Entre las pruebas para analizar la reserva ovárica de la mujer se encuentran el análisis de sangre para conocer el valor de la hormona antimülleriana (AMH), y la ecografía transvaginal, para realizar un recuento de folículos antrales mediante ecografía. Sin embargo, el propio ciclo de fecundación in vitro en sí es diagnóstico, y nos da información sobre cantidad y calidad ovocitaria.

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Donación de óvulos

En el caso de que no se obtengan óvulos de calidad para un embarazo viable, se puede recurrir a la donación de óvulos, proceso en el que gracias a la generosidad de una donante se pueden recibir sus óvulos para fecundarlos y conseguir el embarazo.