Las pruebas de fertilidad se realizan de forma personalizada atendiendo a las características de cada pareja
Cuando una pareja consulta con su ginecólogo o acude a un centro de reproducción asistida porque lleva un tiempo buscando embarazo sin éxito, la realización de pruebas de fertilidad a ambos constituye el primer paso para determinar si existe alguna causa de infertilidad.
Es lo que se denomina un estudio de fertilidad y las pruebas a realizar las determina el especialista en función de las características de cada pareja después de una anamnesis detallada.
Pruebas de fertilidad del hombre
La primera fase del estudio de fertilidad se inicia con la realización al varón de un seminograma o espermiograma, con el fin de analizar las características de los espermatozoides: morfología, cantidad, movilidad, PH, volumen del líquido seminal, capacidad de fecundación… Dependiente del resultado, este examen se puede complementar con otras pruebas con el fin de con el fin de planificar el proceso de reproducción asistida.
Tipos de pruebas de fertilidad
- Test de capacitación (REM): con esta técnica se pretende eliminar de la muestra todos los fluidos contenidos en el semen, de modo que solo queden los espermatozoides con capacidad de fecundar, con el fin de proceder a su recuento, lo que permite determinar cuántos de ellos serán útiles a la hora de realizar una técnica de reproducción asistida.
- Estudios bacteriológicos y bioquímicos: se realiza un cultivo de semen y una analítica de sangre con el fin de conocer si existe algún tipo de infección que pueda alterar la calidad del semen.
- Análisis hormonal: se miden los niveles de FSH, LH y testosterona, para detectar posibles alteraciones que expliquen la causa de la alteración en el semen.
- Biopsia testicular: se utiliza sólo si no puede obtenerse semen mediante una eyaculación normal, por ejemplo a causa de una eyaculación retrógrada, o ante la inexistencia de espermatozoides en el eyaculado, con el fin de extraer los espermatozoides contenidos en los testículos.
- Cariotipo: es un estudio genético que se realiza con el fin de identificar posibles alteraciones cromosómicas que puedan ser causa de la infertilidad masculina.
Pruebas de fertilidad de la mujer
En el caso de la mujer, se realizan primero una serie de pruebas analíticas y de imagen para determinar la existencia de posibles patologías que puedan comprometer la fertilidad y, al mismo tiempo, obtener datos de utilidad en el caso de que se realice posteriormente una técnica de reproducción asistida:
- Estudio hormonal: se realiza en los primeros días del ciclo (preferiblemente el tercero), mediante una analítica de sangre con el fin de determinar los niveles de FSH,LH, estradiol, progesterona, y otros valores que también puedan estar alterados. De este modo se conoce la funcionalidad del ovario y la hipófisis.
- Histerosalpingografía: es una radiografía de la zona pélvica que se realiza con contraste, después de finalizar la menstruación y antes de la ovulación. Aunque permite estudiar el útero, su objetivo fundamental es determinar si las trompas de Falopio están o no obstruidas.
- Ecografía transvaginal: permite estudiar la morfología del útero y los ovarios, y permite al ginecólogo conocer teóricamente la respuesta del ovario y el endometrio a la estimulación hormonal.
- Histeroscopia: es una endoscopia que se realiza a través del útero para observar directamente la cérvix y el útero, con el fin de detectar posibles alteraciones.
- Biopsia del endometrio: se realiza para determinar la eventual existencia de patología endometrial.
- Cariotipo: es un estudio cromosómico que se efectúa a partir de una muestra de sangre, con el fin de detectar posibles anomalías cromosómicas que afecten a la fertilidad.
El resultado
Éstas son las pruebas diagnósticas que se realizan con mayor frecuencia en un estudio de fertilidad, aunque pueden llevarse a cabo muchas otras en función de los resultados que se obtengan.
Pese a todo, en el 60% de los estudios de fertilidad que se realizan el resultado es negativo, es decir, que no existe ninguna causa aparente de infertilidad. Sin embargo, no significa necesariamente que no haya un problema de fertilidad, por lo que el diagnóstico final se determina como “causa desconocida”.