El herpes zóster oftálmico se produce cuando se reactiva el virus de la varicela zóster que permanece latente en los ganglios radiculares nerviosos sensitivos.

La reactivación del virus, provoca la infección de distintas áreas de la piel, y cuando migra a zonas como la frente o la nariz, suele afectar también a la rama ocular del nervio trigémino. produciendo el herpes zóster oftálmico.

El herpes zóster oftálmico

Causas de la aparición

El herpes zóster oftálmico suele ser más frecuente en los mayores de 60 años o en personas que tienen un sistema inmune debilitado, como por ejemplo las personas infectadas por el VIH.

Principales síntomas

Entre los síntomas oculares característicos se encuentran:

  • Fiebre y malestar general, similar al que se experimenta con una gripe.
  • Erupciones cutáneas en frente, nariz y párpados superiores que dan lugar a pápulas y costras.
  • Dolor ocular, enrojecimiento e inflamación de los párpados.
  • Neuralgia preherpética, que consiste la sensación constante o intermitente de picor y ardor.

El herpes zóster oftálmico se asocia a complicaciones como queratitis, uveítis y otros trastornos oculares  que si no se tratan de manera adecuada y a tiempo, causan el deterioro o pérdida de la visión.

Asimismo, un herpes zóster oftálmico puede llegar a causar la parálisis de los nervios motores y neuralgia postherpética, también denominada ‘culebrilla’, que es una de las principales complicaciones de la infección por herpes zóster oftálmico.

¿Qué es la neuralgia postherpética?

La neuralgia postherpética provoca un dolor que puede ser moderado o  más intenso. Suele describirse como una sensación de ardor o dolor punzante que puede durar meses o incluso años después tras haber padecido la infección por herpes zóster oftalmico.

Esta neuralgia afecta enormemente a la calidad de vida del paciente e incluso puede generar cuadros depresivos.

Tratamientos del herpes zóster oftálmico

Ante los primeros síntomas, es fundamental acudir al oftalmólogo para que pueda valorar la presencia de la infección y prescribir el tratamiento adecuado.

Medicamentos y pomadas

El tratamiento del herpes zóster oftálmico suele basarse en el uso de antivirales y cremas o geles de uso tópico con corticoides y antibióticos.

Vacunación

Para la prevención del herpes zóster oftálmico también se puede recurrir a la vacunación, que reduce entre un 60%-70% las posibilidades de desarrollar la infección, sufrir complicaciones oftálmicas y presentar neuralgia postherpética, la secuela más importante de esta enfermedad.