La queratitis herpética es una infección ocular causada por el virus del herpes simple (VHS), que produce la inflamación de la córnea.

Esta infección puede propagarse a otras zonas del ojo, como la retina, la conjuntiva o los párpados. Casi todas las personas mayores de 60 años están expuestas a este virus, que permanece de manera latente en nuestro organismo.

Tipos de herpes

Existen dos tipos de virus del herpes:

  • El tipo I, que afecta principalmente a la cara y es el que produce el herpes labial.
  • El tipo II, de transmisión sexual, que infecta los genitales y puede afectar a otros órganos. Ambos tipos de herpes pueden contagiarse a los ojos, aunque el primero es el más frecuente.

 Tipos de queratitis herpética

  • La epitelial, esta queratitis herpética se caracteriza por tener un tiempo de incubación entre 1 y 28 días, afectando únicamente al epitelio de la córnea. Cuando se presenta por primera, vez lo hace de manera leve y asintomática.
  • La estromal inmune, que puede aparecer cuando ya se ha tenido un primer episodio o cuando se ha presentado de manera recurrente. Puede ser intersticial o disciforme
  • La estromal necrotizante: es la forma más grave y puede producir ceguera.

Síntomas de la queratitis herpética

Cuando una persona se contagia por primera vez  de queratitis herpética no suele presentar síntomas y cuando aparecen suelen ser similares a los de la conjuntivitis común.

La queratitis herpética puede presentarse en la capa superficial de la córnea y generalmente se cura sin dejar cicatrices corneales. En este caso, los síntomas pueden presentarse con un enrojecimiento en la zona del ojo, dolor, lagrimeo, secreción y fotofobia.

Habitualmente es una infección que se da en niños pequeños de manera leve y no necesita tratamiento. Sin embargo, se ha de estar muy atento por si la infección se vuelve a producir.

Asimismo, la queratitis herpética puede presentarse de manera más profunda. Si no es tratada a tiempo puede dañar gravemente la córnea y en el peor de los casos producir ceguera. En este caso la persona presenta visión borrosa y conforme la infección se torna recurrente puede llegar a dañar una superficie cada vez mayor de la córnea produciendo úlceras profundas, cicatrices y pérdida de sensibilidad en la superficie del ojo.

Prevenir el contagio de la queratitis herpética 

Para prevenir el contagio y la recurrencia de esta afección debes seguir estas recomendaciones:

  • No tocarte los ojos si tienes un herpes labial o un brote en otra zona del cuerpo.
  • No uses lentillas si tienes el herpes ocular activo.
  • Evita usar gotas para los ojos con esteroides sin consultar antes con tu médico.

Reactivación del virus

Aunque tomemos precauciones hay ciertos factores que pueden producir la reactivación del virus y que en muchas ocasiones escapan a nuestro control, como por ejemplo:

  • El estrés.
  • La radiación ultravioleta.
  • Los cuadros febriles.
  • Los traumas o contusiones en el cuerpo.
  • La menstruación.
  • El uso de ciertos medicamentos.

No obstante, existen personas que son más propensas a la reactivación del virus y que, por tanto, tienen más riesgo de sufrir un brote, como pacientes inmunodeprimidos o con atopía.

El diagnóstico de esta patología se realiza con una lámpara de hendidura, un aparato que permite examinar el ojo y determinar claramente los daños que se han producido en la córnea. Esta prueba puede complementarse con la toma de una muestra de la zona afectada para realizar un cultivo del virus.

Forma de contagio y tratamiento

La queratitis herpética se contagia a través del contacto físico o a través de la saliva.

El tratamiento debe ser individualizado dependiendo del estado de cada paciente. Normalmente, suelen administrarse pomadas antivirales con o sin antiinflamatorios, compresas frías o bien antivirales por vía oral.

Hay que tener en cuenta que el herpes no tiene cura, pues después de haberse producido la primera infección nuestro cuerpo no se deshace del virus, sino que éste permanece en nuestro organismo de forma latente, por lo que en cualquier momento se puede reactivar.

Por ello, es importante que si ya has sido diagnosticado con una infección ocular por herpes simple estés atento a cualquier síntoma, pues podría ser un brote del virus y si es así debes ir al oftalmólogo lo antes posible.