La conjuntivitis consiste en la inflamación de la conjuntiva del ojo, que es la membrana transparente que recubre el interior del párpado y la esclerótica (la parte blanca del ojo).

Esta inflamación es muy frecuente tanto en adultos como en niños, y provoca el enrojecimiento del ojo y secreción conjuntival. Las molestias suelen empezar en un ojo y enseguida pasan al otro porque es muy contagiosa, por eso es importante no tocarse el ojo, aunque pique y moleste, y tener las manos siempre limpias.

Causas

Entre las causas más comunes de conjuntivitis están los virus, las bacterias, los hongos (las personas que usan lentillas deben tener especial cuidado con la higiene), las alergias o la presencia de cuerpos extraños que pueden producir irritación, como una pestaña, polvo o un insecto que nos haya picado dentro del ojo.

Síntomas de la conjuntivitis

Los síntomas de esta inflamación suelen ser:

  • Enrojecimiento.
  • Picor.
  • Lagrimeo.
  • En algunos casos sensibilidad a la luz o sensación de tener arena en el ojo.
  • En las conjuntivitis bacterianas, cuando hay secreción conjuntival, los ojos pueden acabar pegándose al secarse la secreción.

 ¿Cómo saber si tengo conjuntivitis?: diagnóstico

El diagnóstico de la conjuntivitis es sencillo gracias a que los síntomas son muy visibles e inconfundibles, y dependiendo de ellos el médico recomendará el mejor tratamiento a seguir.

La mayoría de las conjuntivitis no tienen mayor importancia y remiten por sí solas, pero si se repiten con frecuencia pueden llegar a hacerse crónicas.

Tratamiento de la conjuntivitis

Cuando se vuelven graves porque son recurrentes o porque no responden al tratamiento, pueden realizarse algunos estudios adicionales para averiguar las causas, como por ejemplo un cultivo de las secreciones para detectar ciertas bacterias y microorganismos especialmente dañinos.

Generalmente el tratamiento es a base de antibióticos y colirios, y para su prevención lo más recomendable es mantener una buena higiene (lavarse las manos con frecuencia, no tocarse los ojos, no tocar objetos que hayan estado en contacto con personas que sabemos que tienen la infección…). Asimismo, si la persona tiene conjuntivitis en un ojo debe procurar limpiarse los dos ojos por separado para evitar pasar la infección de uno a otro.

A veces la conjuntivitis se produce por alergias debido a algún cosmético o ungüento que utilizamos, o al polen o al cloro de la piscina que nos irrita los ojos. Es recomendable estar atento para poder identificar lo que la produce y así evitar la causa dentro de nuestras posibilidades.