Algunas mujeres durante el período de gestación puede que vean peor, es decir, que aumente la miopía durante el embarazo. Tan solo el 14% de las embarazadas necesita cambiarse de gafas durante la gestación.

¿Por qué puede que aumente la miopía durante el embarazo?

El motivo de que aumente la miopía durante el embarazo es, como muestra un estudio llevado a cabo en la Universidad de Heidelberg en Alemania, porque casi todas las mujeres embarazadas tienen cambios reactivos en los vasos retinianos, pero esos cambios son visibles cuando existen otras alteraciones, como hipertensión o  preeclampsia.

Acción de algunas hormonas

Aunque estos cambios sólo tengan lugar en algunas mujeres durante el embarazo, parece ser que se deben a la acción de algunas hormonas.

Según un estudio que se publica en la revista internacional Journal of Neuro-Ophthalmology, esos cambios se pueden deber a la acción que produce la progesterona en el intercambio de líquidos que tienen lugar en la córnea.

Retención de líquidos en los ojos

Esa retención de líquidos propia de las embarazadas, también se nota en los ojos, más en concreto en la córnea, que se modifica levemente provocando esos pequeños cambios en la refracción, y también se producen cambios en el cristalino, aunque en menor medida.

De cualquier modo, el hecho de que aumente la miopía durante el embarazo, no debe preocuparnos demasiado, pues esta se recupera una vez finalizado el proceso de gestación y parto, porque los niveles de líquidos vuelven a la normalidad.

También hay que tener en cuenta que esa retención de líquidos en los ojos puede hacer que las embarazadas toleren peor las lentillas. Ante cualquier molestia, se recomienda acudir al oftalmólogo para que descarte cualquier problema mayor y que determine el origen de las molestias oculares.

Patología ocular previa al embarazo

Las mujeres que sí que tienen que prestar una especial atención a su vista durante la gestación, son las que tienen alguna patología ocular previa, como puede ser glaucoma, diabetes, o las que han estado con tratamientos de fertilidad, puesto que pueden afectar a la visión.

Por eso, no se recomienda la cirugía refractiva láser a las mujeres que están embarazadas o tienen intención de estarlo, ya que sus dioptrías pueden sufrir una variación durante la gestación. En estos casos, es mejor esperar unos meses y resolver el problema refractivo una vez pasado el parto.

En líneas generales, que aumente la miopía durante el embarazo o que produzcan pequeños cambios refractivos durante la gestación ( -0.50 / -1.00 DP ) no debe alarmarnos, pues suelen ser cambios transitorios, y una vez superado el periodo de lactancia, estos problemas de visión suelen desaparecer y volver a la graduación inicial.