La pingüeculitis es la aparición de un tumor benigno (pingüécula) o pequeño bulto, parecido en tamaño y forma a una lenteja, que aparece en la conjuntiva, parte blanca del ojo.

La pingüeculitis aparece normalmente en el canto interno cerca del color del ojo. Este se produce por una acumulación de proteína, calcio y grasa, tiene color blanco o amarillento.

Es bastante común y puede aparecer en adultos de cualquier edad, aunque las personas con más de cuarenta años o de edad avanzada son más propensas a padecer pingüeculitis.

Causas de la pingüeculitis

La pingüeculitis está causada por un engrosamiento de la conjuntiva que cubre la parte blanca del ojo.Los principales desencadenantes de esta anomalía y sus posibles lesiones son:

  • Exposición en exceso a la radiación del sol.
  • Ambientes muy secos o con viento abundante.
  • Altos niveles de contaminación.
  • Exposición frecuente al polvo, serrín o a otros productos irritantes en suspensión.
  • Padecer síndrome del ojo seco.
  • El envejecimiento.

Síntomas de la pingüeculitis

Este tipo de lesión en la  conjuntiva  no suele afectar a la visión.Puede pasar desapercibido durante meses, hasta que de pronto comienza a causar molestias y lo detectamos a simple vista al mirarnos al espejo como una bola pequeña junto al color del ojo cerca de la nariz.

Suele ser más una cuestión estética que un problema de salud ocular ya que en muchos casos no produce dolor, aunque es muy molesto. Si usas lentillas la pingüéculao abultamiento supone un problema. Los síntomas más comunes son:

  • Inflamación.
  • Irritación, ojos rojos (vasos sanguíneos muy visibles).
  • Molestias oculares.
  • Sequedad, reducción de la producción de lágrimas.
  • en ocasiones, visión borrosa .
  • Picor.
  • Escozor.
  • Sensación de aspereza, de arenilla o de un cuerpo extraño.

Diagnóstico de la carnosidad en los ojos

El diagnóstico de la pingüécula es muy sencillo y suele bastar un simple examen oftalmológico de la superficie ocular. El oftalmólogo la descubre mediante el simple examen visual o con el biomicroscopio, que es un dispositivo que permite ver de cerca el ojo en pequeñas secciones y detectar cualquier alteración o lesión.

Si el facultativo lo considera conveniente, hará una biopsia de la zona para analizarla y descartar algún tipo de lesión que pudiese ser maligna. Esto se realiza en un porcentaje muy bajo de casos.

Tratamiento de pingüeculitis

La pingüécula puede desaparecer espontáneamente al cabo de unos día, semanas o meses. No obstante, el oftalmólogo recomendará según los casos los siguientes tratamientos:

  • Lágrimas artificiales para suavizar las molestias.
  • Colirio en caso de enrojecimiento o irritación severos.
  • Anti-inflamatorios locales en caso de que la pingüécula esté muy inflamada, y provoque problemas estéticos o incluso alteraciones en la visión.
  • Cirugía en casos extremos para extirpar la pingüécula.

La cirugía es relativamente sencilla y de carácter ambulatorio, siempre con anestesia local, y suele ser la opción más frecuente escogida por los pacientes por su mejora estética y funcional. Debes tener en cuenta que las lesiones reaparecen en un 30 o 40 por ciento de los casos y que la recaída es más probable en personas menores de 40 años.

Antes de tomar ninguna decisión para mitigar los efectos de esta afección,consulta a tu oftalmólogo para que pueda orientarte sobre cuál es la mejor opción en tu caso.

Prevención de pingüeculitis

Existen personas con una mayor predisposición a generar este tipo de lesiones,aunque la mejor forma de prevenir la aparición de una pingüécula, evitar que reaparezca tras el tratamiento quirúrgicoo que empeore es seguir estos consejos:

  • Usa gafas de sol de buena calidad, incluso en los días nublados.
  • Protege los ojos del viento.
  • Mantén el ojo bien lubricado.
  • Evita partículas irritantes en suspensión en el aire.
  • Ante cualquier molestia consulta con el oftalmólogo.