El desprendimiento de retina se produce cuando la hialoides, una fina membrana que rodea el humor vítreo, se encoge y se separa espontáneamente de la pared posterior de la retina (desprendimiento de vítreo) produciendo una rotura que deja pasar líquido y que acaba desgarrándola. La retina es el tejido transparente y sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior del ojo.

Riesgo de desprendimiento de retina

Tienen más riesgo de sufrir esta patología las personas con:

  • Antecedentes familiares de desprendimiento
  • Miopía muy alta
  • Cirugía de catarata
  • Glaucoma
  • Degeneración reticular de la retina
  • Desprendimiento de retina en el otro ojo
  • Diabetes
  • Retinopatía diabética u otras enfermedades oculares
  • Traumatismo en el ojo

Síntomas

El desprendimiento de retina es indoloro, pero genera síntomas como moscas flotantes, destellos de luz en los ojos, visión borrosa o pérdida repentina de visión. Si notas alguno de estos síntomas debes acudir al oftalmólogo con urgencia ya que si no se trata a tiempo el desprendimiento puede causar ceguera permanente. Para un buen pronóstico el tiempo es fundamental.

El desprendimiento de retina no se produce siempre por desgarro. En algunos casos se debe a complicaciones de la diabetes o a otras patologías oculares como tumores, una inflamación o una hemorragia. Estos son los llamados desprendimientos de retina secundarios.

Tratamiento

En muchos casos la cirugía permite recuperar la visión tras un desprendimiento de retina, pero las posibilidades se reducen si la retina ha estado desprendida durante varios días o semanas, se ha producido una hemorragia, cicatrización, la mácula se ha desprendido o está dañada.

El tratamiento del desprendimiento de retina depende de la gravedad del daño de la retina: cuanto más grave es el desprendimiento peor es el pronóstico.

Si se detecta cuando sólo se ha producido una rotura se puede tratar  con cirugía láser, pero en los casos en los que el desprendimiento ha sido causado por una enfermedad como la diabetes, puede recurrirse a la vitrectomía mediante la cual se extrae el humor vítreo y se reemplaza por una burbuja de gas.

El desprendimiento de retina producido por derrame de fluido pueden tratarse con corticoesteroides o inmunosupresores.

Prevención

La detección precoz es fundamental y, por ello, hay que hacerse una revisión oftalmológica al menos una vez al año, sobre todo si se tienen factores de riesgo. El diagnostico se realiza con un aparato llamado oftalmoscopio con el que el oftalmólogo puede ver el interior del ojo y detectar posibles lesiones.