La histamina es un tipo de amina, compuesto derivado del amoníaco, que es imprescindible para nuestro organismo. Sin embargo, en ocasiones hay un exceso de histamina preveniente de la alimentación que el hígado no es capaz de metabolizar, provocando una de las intolerancias alimentarias más frecuentes: la histaminosis alimentaria no alérgica, una enfermedad muy compleja debido a la gran variedad de sus síntomas y al número de alimentos de consumo habitual que la provocan, principalmente los lácteos, un grupo de alimentos básico en una alimentación saludable.

Esto no significa que tomar lácteos sea malo; los expertos aclaran que simplemente están implicados en un alto porcentaje de los diagnósticos de histaminosis alimentaria no alérgica.

En la actualidad cada vez hay un mayor número de estudios que relacionan la histaminosis alimentaria no alérgica con el aumento del sobrepeso debido a que el exceso de histamina provoca retención de líquidos. Asimismo, algunas investigaciones la vinculan con otras enfermedades como el colon irritable o la migraña.

 Histaminosis Síntomas

Los síntomas de esta enfermedad alimentaria variarán en cada caso y tardan en desarrollarse semanas o incluso meses tras el consumo frecuente de los alimentos que la causan. Entre los síntomas más frecuentes están:

  • Migraña.
  • Dolor crónico.
  • Fibromialgia.
  • Dolores musculares.
  • Mareos.
  • Colon irritable.
  • Estreñimiento.
  • Diarrea.
  • Dolor de estómago.
  • Flatulencia.
  • Sensación de hinchazón.
  • Náuseas.
  • Sensación de saciedad.
  • Aparición de enfermedades cutáneas, como piel atópica, dermatitis, psoriasis, urticaria, piel seca o picor, entre otras).
  • Desajustes hormonales (amenorrea, síndrome premenstrual, ovario poliquístico, infertilidad).
  • Dolor de espalda y columna.
  • Astenia primaveral.
  • Sensación constante de cansancio.
  • Abortos de repetición.
  • Hiperactividad en niños.
  • Fallo de medro.
  • Problemas del esfínter.
  • Síndrome de túnel carpiano.

¿Cómo se puede diagnosticar la histaminosis alimentaria?

En la actualidad los especialistas pueden realizar diferentes pruebas para diagnosticar la histaminosis alimentaria. Sin embargo, entre la comunidad científica hay cierta discrepancia sobre la efectividad de algunas de las pruebas:

  • Examen médico y evaluación de los síntomas que presentan los pacientes.
  • Análisis de sangre, que se utiliza para evaluar si los niveles de homocisteína están elevados o no y decidir qué tratamiento sería el más adecuado.
  • Test histaminosis alimentaria no alérgica: en los últimos años los test de liberación de histamina o de actividad de la enzima DAO (diaminooxidasa), encargada de la degradación de histamina, están ganando detractores y algunos profesionales ya no los consideran tan útiles para confirmar el diagnóstico de la histaminosis alimentaria. La alternativa, según estos profesionales, sería el estudio de la enzima DAO. Para analizar esta actividad el médico debería realizar una biopsia digestiva.

Entonces, ¿cómo se puede establecer un diagnóstico correcto? La opción más segura podría ser el estudio de activación y sensibilización celular. Esta prueba consiste en la realización de un test inmunológico que contribuye a descartar los alimentos causantes que más se consumen, como leche de vaca, carne de pollo y cerdo, pescado blanco y azul, harina de trigo, tomate, arroz, huevo entero, levadura o naranja, alimentos que suelen ser los responsables de esta intolerancia.

Test de intolerancia alimentaria

Cómo preparar la consulta con un especialista

Antes de acudir al médico es importante saber que las consultas pueden ser largas y laboriosas debido a la dificultad del diagnóstico.

Por ese motivo los expertos recomiendan que el paciente acuda con un listado de los alimentos que suele comer detallando la frecuencia y cantidad, con el fin de facilitar la tarea.

El tratamiento actual es una dieta complicada de implantar, por lo que también se requiere de bastante tiempo para informar y formar al paciente sobre cómo tiene que organizarla, los alimentos que puede incluir y resolver todas las dudas que pueda tener. Algunas de las preguntas que puedes hacerle son:

  • ¿En qué consisten las pruebas diagnósticas que debo hacerme?
  • ¿Cada cuánto tiempo debo repetirlas?
  • ¿Tendré que llevar una dieta especial toda la vida?
  • ¿Cuándo empezarán a mejorar mis síntomas?
  • ¿Pueden mis hijos tener este problema?
  • ¿Cómo puede influir en mi fertilidad?