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El olfato es un sentido que nos conecta con el medio ambiente. No es de los sentidos más importantes con lo cual el perderlo no te limita enormemente, pero sin embargo, sí que te afecta la calidad de vida ya que muchas percepciones olfatorias están ligadas a situaciones placenteras. Entre ellas la más importante diríamos que es el sabor. El sabor es una asociación del gusto y del olfato. Hay 4 sabores básicos simplemente, pero sin embargo hay más de 10.000 sensaciones olfatorias que están descritas en el ser humano.
Causas de la pérdida del olfato o anosmia
La causa principal de la pérdida del olfato o anosmia son las infecciones víricas del tracto respiratorio superior. Esos virus te pueden afectar a las células respiratorias de la mucosa nasal y también a las células nerviosas, que son los que tienen la percepción olfatoria. También la falta de olfato puede venir provocado por alteraciones de la nariz, como enfermedades polipoideas, como sinusitis, como deformidades tanto del tabique como los cornetes, los traumatismos craneales. Es un tema muy interesante también las enfermedades neurológicas, que pueden condicionar alguna pérdida de olfato de forma temprana, como el Parkinson o como el Alzheimer.
Pérdida de olfato y Covid-19
El Covid-19 es una enfermedad vírica infecciosa que afecta al tejido respiratorio y también afecta al tejido neurológico, con lo cual hay muchas personas que tienen un déficit del olfato cuando han sido infectados por este virus.
Inicialmente, los primeros estudios que se realizaron en China, hablaban de un 8% de pacientes infectados que perdieron el olfato. Sin embargo, en estudios retrospectivos ya más a largo plazo y con más volumen de pacientes, estamos viendo que pueden afectar hasta el 80% de los infectados.
¿Esa pérdida de olfato se recupera? Sí, la mayoría de las veces lo hace y estamos viendo que el 80% de los pacientes que lo han perdido lo recuperan en los dos primeros meses. ¿Qué va a pasar a partir de esos dos meses con la gente que no lo ha recuperado? Todavía no lo sabemos, es pronto para decirlo.
Cómo recuperar el olfato tras el Covid-19: tratamiento
El tratamiento es el de la causa que ha originado la pérdida del olfato. Sin embargo, muchas veces una vez que los pacientes están curados, esa pérdida de olfato que se denomina anosmia, queda como secuela. A esos pacientes también les podemos ayudar y lo hacemos reentrenando el olfato.
Cuando quedan células sensoriales, lo que podemos hacer es fortalecerlas, haciendo que aumente el número de células o por lo menos que aumenten las conexiones que hay entre ellas.
Para eso, oler sustancias específicas pueden mejorar tu sentido del olfato. Elegimos sustancias de 4 grupos distintos: una sustancia del grupo de los olores frutales (utilizamos el limón, sobre todo), otra sustancia del grupo de los olores florales (utilizamos la rosa), otra de los especiados (donde utilizamos el clavo) y otro de los resinosos (utilizamos eucalipto).
Es muy interesante en la rehabilitación del olfato que el paciente estimule con esos 4 olores distintos, al menos por la mañana y por la noche, y que, no solo cuando está oliendo estimule el olfato, sino que también estimule otras áreas del cerebro. Por ejemplo, cuando huele el limón, intente recordar la forma de limón, el color del limón, el sabor del limón.
Se ha comprobado que la gente que se rehabilita, en 3 meses puede recuperar hasta un 80% de la función perdida. No todos ellos, pero en muchos casos sí.
¿Todos los pacientes son candidatos a la rehabilitación olfatoria?
Todos los pacientes son candidatos a la rehabilitación olfatoria, lo que ocurre es que unos van a llegar a tener unas sensaciones mayores y en menos tiempo que otros. No depende de la patología que les ha ocasionado la pérdida de olfacción, sino de la cantidad de células restantes después de haber tenido ese proceso.
¿Y cómo los identificamos? Haciendo un test del olfato en el momento del diagnóstico. Para el test del olfato utilizamos 12 sustancias distintas y pedimos al paciente que las identifique de una forma ideada. Le damos 4 soluciones y él tiene que elegir la que le parece la acertada. No todo el mundo huele igual, depende también del género, de la edad, y de características como que sea fumador o no.
Cuando hacemos este estudio vemos si un paciente tiene una pérdida grave, una pérdida moderada o una pérdida leve y podemos hacer una previsión de qué tipo de entrenamiento tiene que hacer y cuánto puede durar y hasta dónde puede alcanzar con este tipo de trabajo.
Cirugía para tratar la pérdida de olfato
La cirugía tiene un papel en el tratamiento de la causa que ocasiona la pérdida del olfato. Si la falta de olfato ha sido motivada por una deformidad del tabique, una hipertrofia de los cornetes nasales, un tumor o unos pólipos en la nariz, hay que tratarlos quirúrgicamente y quitar la causa que originó esa pérdida de olfato.
