No dejes que las mamas tuberosas te acomplejen
Las mamas tuberosas o tubulares son la consecuencia de una deformidad congénita de la mama que tiene su origen en la pubertad y se debe a un desarrollo incompleto de la glándula mamaria.
Aunque este tipo de mamas tuberosas no presentan problemas funcionales, sí pueden ser tratadas de forma quirúrgica, y así alcanzar la forma deseada por la paciente.
Si este es tu caso, la buena noticia es que las mamas tuberosas pueden corregirse mediante una intervención de aumento o elevación de pecho que te permitirá decir adiós a los complejos, recuperar la confianza y sentirte finalmente cómoda con tu imagen corporal.
¿Cómo se puede identificar este tipo de mamas tuberosas?
Las mamas tuberosas presentan las siguientes características:
- Forma cónica con una areola muy grande.
- Base de la mama muy estrecha.
- Acumulación de tejido mamario debajo del pezón y que se proyecta hacia la areola.
- Distancia excesiva entre las mamas.
Las mamas tuberosas pueden presentarse solo en una o en ambas mamas, y en ocasiones va acompañado de asimetría.
Aunque las mamas tuberosas afectan a más del 5%de las mujeres, lo cierto es que la mayoría suelen ocultarlo por timidez.
En los casos más leves de mamas tuberosas puede pasar desapercibido por la paciente, pero en los más graves puede generar problemas en el desarrollo emocional y en la autoestima de la paciente.
Solucionar las mamas tuberosas
Para corregir las mamas tuberosas, se lleva cabo una intervención quirúrgica que permite eliminar el tejido acumulado que constriñe la mama y le da esa forma cónica, y remodelar después la mama con un implante mamario. De esta manera se diseña una mama más redondeada y con volumen adecuado, se corrige el tamaño de la areola y, si es necesario, se utilizan técnicas específicas que eliminan la asimetría o la excesiva separación entre las mamas.
Esta intervención se realiza bajo anestesia general y de manera ambulatoria, además, no requiere hospitalización.