¿Pruebas antes de una operación de aumento de pecho?

La operación para aumentar el pecho o mamoplastia es una cirugía y como tal necesita hacerse bajo anestesia. En la mayoría de los casos se opta por la general, aunque a veces se puede hacer con anestesia local, según considere el cirujano plástico que llevará a cabo la intervención.

Preoperatorio de la mamoplastia de aumento

Por eso, para prepararte para la anestesia deberás hacerte una analítica de sangre, para ver qué tal está tu coagulación; un electrocardiograma, que analiza el estado de tu corazón, y una radiografía de tórax, para asegurar que tus pulmones funcionan a la perfección.

También es necesario llevar a cabo una mamografía y una ecografía de la mama antes de la intervención, porque una vez que ha pasado el post-operatorio y todo se resuelve de la forma esperada, se vuelven a realizar estas pruebas que ayudan a nuestro equipo de especialistas a valorar como está la prótesis que nos han implantado y verificar que se han obtenido los objetivos marcados.

Orientador tratamientos de estética

Asesorarse por especialistas

Porque antes de decidirte a aumentar tu pecho ya has estado hablando varias veces con tu equipo de especialistas que va a llevar a cabo la intervención y habéis decidido qué prótesis te vas a poner para que el resultado final sea lo más natural posible y adecuado para ti.

Es muy importante contar con un equipo de psicólogos que te asesorarán para ayudarte a conseguir los resultados deseados, hablar con ellos es de suma importancia antes de someterte a la cirugía, ya que te darán las claves necesarias para asumir tu nuevo pecho y para que aprendas a vivir con el.

Date cuenta que debes elegir una prótesis mamaria que se adapte a tu cuerpo, no por querer aumentar el tamaño de tu pecho puedes elegir unas prótesis grandes, porque el resultado no será ni armónico ni estético. En este sentido, contar con profesionales con amplia experiencia es clave para tener un buen asesoramiento y unos buenos resultados.

Son ellos los que nos irán dando las pautas adecuadas para prepararnos bien para la intervención. Y recuerda, en un par de días podrás volver a hacer tu vida normal, eso sí, teniendo en cuenta que te irás recuperando poco a poco. Tu equipo de especialista está para ayudarte en todo el proceso y para que le consultes todas tu dudas e inquietudes. De esa forma, te sentirás segura y te sentirás bien.