La ultracavitación para abdomen y espalda es uno de los tratamientos más solicitados en los últimos años, pues es especialmente efectiva para reducir volumen en esta zona del cuerpo, que, por lo general, en donde se suele acumular más grasa.

Eliminar la grasa en zonas localizadas del cuerpo sin cirugía parece una misión imposible, pero los últimos avances en medicina estética están permitiendo resultados increíbles, a corto plazo, sin métodos invasivos, como es la ultracavitación, una de las técnicas más recomendadas por los médicos especialistas para eliminar, de forma definitiva, la antiestética grasa que se acumula a lo largo de los años y que, hasta hace poco, sólo se podía resolver en el quirófano.

Orientador tratamientos de estética

Ultracavitación para abdomen y espalda: ¿en qué consiste?

La ultracavitación para abdomen y espalda, consiste en generar micro burbujas en la zona a tratar de forma controlada y repetida; en este caso en el abdomen y la espalda.

Una vez en la consulta, se procede a la infiltración de líquidos, potenciada con la acción mecánica de los ultrasonidos. También será necesario realizar  un masaje manual que permita repartir los líquidos de forma homogénea, facilitando así la descomposición de las células grasas.

Realizadas las infiltraciones, se procede a practicar un drenaje para evitar que las grasas se reabsorban otra vez. Este método, actúa directamente en la grasa corporal y permite descomponer los depósitos grasos más resistentes, aquellos que no somos capaces de romper ni con ejercicio ni con las dietas.

Una vez que la grasa se convierte en líquido, los depósitos se van eliminando progresivamente a través de la orina, resultando más efectivo si se combina con algún ejercicio físico.

¿Cuánto dura la intervención?

Cada sesión de ultracavitación para abdomen y espalda suele durar entre 30 y 40 minutos dependiendo de la extensión de la zona que se va a tratar; y solo se recomienda realizar una zona por sesión.

Resultados de la ultracavitación: ¿se ven de forma inmediata?

Dependiendo de cada caso y del número de sesiones que se practiquen, con la ultracavitación para abdomen y espalda, se pueden conseguir resultados sorprendentes en un corto periodo de tiempo.

¿Cuántas sesiones de ultracavitación son necesarias?

Los especialistas aseguran que puede obtenerse una reducción de entre una y tres tallas a partir de la cuarta sesión. Se recomiendan entre 6 y 12 sesiones, dependiendo de la valoración médica y de la  situación inicial de cada persona.

Normalmente, y ya desde la primera sesión, se produce una reducción de volumen de unos 2 centímetros en la zona tratada. También es importante que sigas las recomendaciones del médico tras las sesiones, que prescribirá drenajes linfáticos con el método indiba, seguir una dieta baja en calorías y beber mucha agua.

Lo mejor del tratamiento es que, a diferencia de las intervenciones quirúrgicas, la ultracavitación para abdomen y espalda no tiene efectos secundarios. Además de conseguir una reducción de volumen, la ultracavitación es perfecta para mejorar y eliminar la antiestética celulitis o piel de naranja que se suele producir en abdomen y espalda.

¿Para quién va dirigida la ultracavitación?

Cualquier persona que tenga grasa localizada, especialmente en abdomen y espalda, es una buena candidata para realizar el tratamiento.

Por el contrario, la ultracavitación para abdomen y espalda no está indicado para:

  •  Mujeres embarazadas.
  • Personas que tengan una prótesis en la zona que se va a tratar,
  • Personas que lleven un marcapasos en el corazón.
  • Personas que padezcan epilepsia o algún tipo de infección.

¿Tiene riesgos la ultracavitación para abdomen y espalda?

Esta técnica no invasiva, no comporta complicaciones, aunque el médico especialista deberá informar de la posibilidad de que se produzcan efectos secundarios, como por ejemplo:

  • La aparición de pequeñas marcas rojas o hinchazón en la zona tratada(que irán desapareciendo según vaya pasando el tiempo).
  • La acumulación de grasa líquida puede ocurrir en el caso de que no se haya realizado sesiones de drenaje linfático tras la sesión.

La ultracavitación, también llamada “liposucción sin cirugía”, es, en definitiva,  la mejor alternativa a las intervenciones quirúrgicas ya que con ella se obtienen muy buenos resultados sin necesidad de recurrir al bisturí.