Obesidad grave y complejos: un problema que empeora en verano
La llegada del verano supone para muchas personas con obesidad grave el inicio de un periodo emocional bajo, caracterizado por la frustración, la incomodidad con el propio cuerpo y la vergüenza por no estar a la altura de los cánones de belleza impuestos por la sociedad. Más allá de las cuestiones estéticas, la obesidad mórbida se convierte en un lastre para la salud física y emocional de quien la padece.
Sentirse inseguro por ser obeso
Despojarse de la ropa de invierno supone dejar al descubierto un problema que acompleja, genera inseguridad y ansiedad. Esto hace que muchas personas con obesidad mórbida prefieran pasar los meses de verano a espaldas de las actividades propias de esta época, huyendo de las playas, piscinas o cualquier otra situación de ocio que deje en evidencia este importante problema de salud.
Solución contra la obesidad
Sin embargo, se trata de una situación que tiene solución y que puede tratarse de manera eficaz. El primer paso es ponerse en manos de profesionales especializados en el tratamiento de la obesidad que puedan analizar el caso concreto y recomendar la técnica más adecuada para la pérdida de peso.
Las personas con obesidad grave son aquellas cuyo IMC se encuentra entre 30 y 40, es decir, que necesitan perder entre 15 y 35 kilos. Entre los procedimientos más eficaces para la pérdida de peso en estas personas se encuentran las técnicas de reducción de estómago sin cirugía, como el Método Apollo y el Método POSE.
El Método Apollo, también denominado gastroplastia vertical en manga por vía endoscópica, es una reducción de estómago sin cirugía que se hace por vía oral, consiste en la realización de suturas a lo largo de la curvatura mayor del estómago con el objetivo de reducir el estómago. De esta manera, se crea un pequeño repositorio para la comida y al reducirse la capacidad del estómago se alcanza antes el punto de saciedad y, en consecuencia, disminuye el consumo de alimentos.
El Método POSE, por su parte, es otro procedimiento eficaz de reducción de estómago en el que se realizan pliegues en el fundus gástrico para reducir la capacidad del estómago. Al igual que ocurre con el Método Apollo, al ser más pequeño el repositorio del estómago se alcanza más rápidamente la sensación de saciedad, consumiendo una menor cantidad de alimentos.
Ambos procedimientos se realizan introduciendo todo el utillaje quirúrgico por la boca mediante un endoscopio flexible y se realizan con anestesia general y en quirófano para máxima seguridad del paciente. El paciente puede volver a casa en menos de 24 horas tras la intervención.
Asimismo, estas técnicas de reducción de estómago para tratar la obesidad deben acompañarse del aprendizaje de nuevos hábitos alimenticios que faciliten la pérdida de peso y su mantenimiento a largo plazo. También es importante iniciar un programa de actividad física que ayude a eliminar todavía más kilos al tiempo que se mejoran otros parámetros, como la salud cardiovascular o metabólica.
Por lo tanto, el verano puede dejar de ser una época de complejos y vergüenza para pasar a ser un momento para el cuidado de la salud, comodidad y satisfacción con la propia imagen gracias a las técnicas de reducción de estómago no quirúrgicas.