La mini-FIV conlleva un tratamiento de hiperestimulación ovárica más suave que en la técnica convencional.

¿Qué es la mini FIV o FIV suave?

Es una variante de la técnica de fecundación in vitro en la que el tratamiento de estimulación ovárica al que se somete previamente a la mujer se realiza con una dosis hormonal mínima, suficiente para estimular al ovario para que maduren más óvulos (entre dos y tres), pero en menor cantidad de lo que se obtiene con el tratamiento normal (entre diez y doce).

Esta técnica está indicada únicamente en pacientes que presentan un buen pronóstico:

  • Mujeres menores de 35 años, con una buena reserva ovárica, con ovocitos de buena calidad.
  • Mujeres que en ciclos previos de fecundación in vitro o inseminación artificial han tenido una respuesta exagerada al tratamiento de estimulación ovárica.
  • Mujeres en riesgo de sufrir el síndrome de hiperestimulación ovárica.

Probabilidades de éxito de la mini FIV

Las tasas de gestación y parto obtenidas con la mini FIV son en principio equiparables a las de la técnica convencional de fertilización in vitro referidas al mismo grupo de mujeres para las que está indicada.

No obstante, en términos de probabilidades de éxito, hay que decir que éstas son a priori menores en la mini FIV, ya que al obtenerse tan solo dos o tres óvulos las posibilidades de obtener embriones viables son más reducidas que en la FIV, para la que se puede disponer de al menos una decena de ovocitos.

Ello implica, asimismo, que no se podrán vitrificar los embriones que no se transfiera, ya que sencillamente no los habrá. Y, en consecuencia, tampoco se podrá disponer de ellos para futuros ciclos de FIV, como sucede en la técnica convencional, en la que el cálculo de las probabilidades de éxito incluye la totalidad de embriones obtenidos, es decir, tanto los transferidos como los vitrificados.

¿En qué consiste la mini FIV?

La estimulación ovárica suave o mini-FIV consiste en una variante de la técnica de fecundación in vitro convencional en la cual se administra una menor cantidad de tratamiento hormonal y durante menos tiempo para obtener los óvulos que posteriormente serán fecundados. Por lo tanto, lo único que diferencia a la mini-FIV de la FIV que se realiza habitualmente es la intensidad de la estimulación ovárica.

DIFERENCIAS FIV Y MINI- FIV

La mini-FIV solo está indicada en mujeres menores de 35 años que tienen una buena reserva ovárica, que han sufrido o tienen un riesgo elevado de síndrome de hiperestimulación ovárica, o que presentan problemas funcionales en las trompas de Falopio pero no trastornos ováricos. Asimismo, es una buena opción para las mujeres sin pareja con buena reserva ovárica que no tienen trastornos ginecológicos y para las personas que prefieren que no se vitrifiquen los embriones sobrantes de una FIV convencional por motivos éticos o morales.

Y es que una de las principales diferencias entre la mini-FIV y la FIV convencional es que con la primera se obtienen entre 2 y 5 óvulos susceptibles de ser fecundados en el laboratorio, mientras que con la segunda se pueden obtener más de 10, permitiendo que aquellos embriones de buena calidad que no vayan a ser transferidos en el útero se vitrifiquen para su uso en posteriores tratamientos (si con la primera transferencia de embriones no se consigue el embarazo o para futuros hijos).

Aunque la cantidad de óvulos que se obtienen con la mini-FIV es menor, los estudios sugieren una probabilidad de embarazo similar a la conseguida con la FIV convencional, ya que se consiguen también embriones de buena calidad. No obstante, también es cierto que al obtener menos óvulos para ser fecundados, las probabilidades de embarazo en un ciclo disminuyen porque sólo hay una oportunidad para conseguirlo.

Opiniones de la mini FIV

La mini FIV ofrece una serie de ventajas prácticas que pueden resultar de interés, especialmente la que se refiere a una mayor comodidad para la paciente, que al reducirse de forma muy significativa la dosis de hormonas administradas para el tratamiento de estimulación ovárica, requerirá menor vigilancia médica y, por tanto, necesitará un menor número de consultas.

Uno de los aspectos que los pacientes han considerado bastante importante es que al no haber necesidad de vitrificar los embriones no transferidos, ya que no se dispondrá nada más que de dos o tres, se evitan las cuestiones éticas y morales que sí se suscitan en el caso de la FIV convencional, como son las relativas a la decisión de qué hacer con los embriones sobrantes, especialmente en el caso de que se logre la gestación, pues de no ser así siempre estarán disponibles para nuevas transferencias.

De todo lo expuesto se deriva una última opinión entre los pacientes, que es la reducción de costes en lo referente al tratamiento de estimulación ovárica (menos medicamentos y menos visitas), a las técnicas de laboratorio que deben utilizarse antes, durante y después de proceder a la fecundación de los ovocitos (análisis de calidad, fecundación y estudios de calidad embrionaria), y a la congelación de los embriones no transferidos.

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