En diversas enfermedades oculares, la córnea sufre un daño irreparable donde la única solución es el trasplante de córnea.

La córnea es un capa que recubre la parte de delante del ojo y es la que nos permite enfocar la luz para poder ver.

Y aquí es donde entra en juego el trasplante de córnea, que también se conoce con el nombre de queratoplastia. Consiste en retirar la córnea dañada y poner otra procedente de un donante.

¿Cómo se realiza el trasplante de córnea?

Al igual que otras cirugías del ojo, el trasplante de córnea se hace con anestesia local y no necesita ingreso hospitalario.

Tipos de trasplante de córnea

Se pueden hacer varios tipos de trasplante:

  • Penetrante: se reemplaza la totalidad de la córnea y sobre esa incisión se implanta la córnea del donante. En este tipo hay que tener en cuenta las cicatrices que se quedan en la nueva córnea.
  • Lamelar: no se cambia por completo la córnea, sino solo alguna de las capas que están dañadas. Lo más destacado es que se consigue recuperar antes la visión y al trasplantar menos tejido, hay menos riesgo de complicaciones y de rechazo.
  • Endotelial: en lugar de reemplazar toda la córnea se hace un implante de células que se cambian por las que están alteradas y producen la falta de visión. De esta forma, se puede mantener la zona de la córnea que está bien. La recuperación es rápida y apenas hay riesgo de que se rechace.

Precauciones

Antes y durante de la intervención tienes que tomar una serie de precauciones. La primera es que si sigues un tratamiento anticoagulante debes consultarlo con tu médico de Atención Primaria para que te adapte la anticoagulación de cara a la cirugía. Además, ten en cuenta que:

  • Te pueden prescribir unas gotas para que se relaje el ojo.
  • La anestesia local hará que no sientas dolor.
  • Para la intervención, el oftalmólogo te colocará una dispositivo que te mantendrá abierto el ojo para poder recambiar la córnea.
  • Una vez terminado el procedimiento, te taparán el ojo y lo tendrás que tener así entre tres o cuatro días. ( no siempre se tapa 3-4 días….)
  • Cuando te hayas recuperado de la anestesia, puedes volver a casa y descansar.

Después del trasplante de córnea

Debes llevar a cabo unos cuidados básicos.

  • Tienes que ponerte las gotas que te ha recomendado tu médico. Ni se te ocurra ponerte otras que te comente algún amigo o familiar.
  • No te frotes el ojo. Aunque sientas picor o molestias, no debes ni presionarlo ni rascarte.
  • Para hacer frente al posible dolor, puedes tomar algún analgésico. Tu oftalmólogo te dirá cuál es el más adecuado.
  • Protégete los ojos con gafas de sol.
  • No seas impaciente. Mantente en reposo el tiempo que te diga tu médico. De seguir las recomendaciones de tu equipo dependerá, en gran medida, tu recuperación.
  • Se deben evitar grandes esfuerzos al menos 2-3 semanas post cirugía.

Fase de recuperación

Una vez que te han retirado el parche tras el trasplante de córnea, podrás ver que tu ojo está (un poco) enrojecido y tiene alta sensibilidad a la luz.

Es normal y te tienes que ir adaptando poco a poco. En las revisiones periódicas con tu oftalmólogo, éste valorará tu evolución para descartar la presencia de una infección o una inflamación. En el caso de que tu ojo tenga un poco de inflamación, te dará un antiinflamatorio para volver a la normalidad.

Las revisiones tras el trasplante de córnea son muy importantes. Normalmente y si todo va bien, deberás acudir a la consulta al día siguiente de la intervención, a la semana y al mes. Aunque dependiendo del tipo de trasplante de córnea puede ser más. Luego ya tendrás que hacer las revisiones anuales rutinarias recomendadas para mantener una buena salud ocular.

Recuerda que el trasplante de córnea es un procedimiento que se lleva a cabo desde hace unos años y del que se tiene amplia experiencia, siempre y cuando lo lleve a cabo un equipo de especialistas experimentados y en un centro que te ofrezca todas las garantías.