La citología ginecológica, también conocida como test de Papanicolau (toma el nombre del médico griego que lo desarrolló), es una prueba diagnóstica que se emplea para detectar de manera precoz enfermedades como el cáncer o lesiones precancerosas en el cuello del útero (cérvix).

La citología ginecológica

Para ello, se toma una muestra de células del cuello del útero mediante un suave raspado que se realiza con un cepillo y una pequeña espátula. La muestra se envía al laboratorio para el análisis y comprobación de que no existe alteración en las células.

¿Cuándo se recomienda?

En España no existe realmente un protocolo, un cribado poblacional, para detectar el cáncer de cuello uterino mediante la citología. Es decir, no existe de manera protocolizada una secuenciación para saber cuándo debemos realizar exactamente las citologías.

La Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia ha establecido no obstante una serie de recomendaciones que son las que debemos seguir: realizar la primera citología no antes de los 25 años, o también se puede realizar a los 3 años de haber comenzado las relaciones sexuales. A partir de entonces y hasta el fin de cribado, se pueden hacer citologías cervicovaginales cada 3 años, teniendo dos controles normales anuales previos. Se pueden realizar también controles de eco test, es decir, de citología combinada con determinación del virus del papiloma humano cada 3 años también, o bien, solamente realizar determinación del virus del papiloma humano cada 5 años.

A los 65 años se considera fin de cribado, es decir, no es necesario realizar más citologías, excepto en los casos en que existan antecedentes personales de carcinoma endocervical o que no se haya realizado bien un cribado adecuado durante los 10 años previos a este fin de cribado.

También deben hacérsela las mujeres embarazadas y las que están vacunadas del VPH.

Sin embargo, la citología ginecológica no suele estar indicada en mujeres muy jóvenes o que no hayan tenido nunca relaciones sexuales, puesto que el cáncer de cuello de útero está asociado al virus del papiloma humano que se adquiere a través de las relaciones sexuales. Si éstas no se han tenido no existe riesgo de infección del virus y por tanto tampoco de cáncer de cérvix.

Tampoco está indicada en mujeres a las que se les ha extirpado el útero (histerectomía), puesto que no puede desarrollar cáncer de cérvix, salvo que la persona en concreto haya sufrido alguna lesión precancerosa anteriormente o se le haya extraído el útero a raíz de un cáncer de cérvix.

Pautas

Para realizar adecuadamente la  citología ginecológica es necesario que la mujer haya terminado su ciclo menstrual y debe esperar dos o tres días hasta que haya desaparecido totalmente el sangrado. Además, es conveniente que no mantenga relaciones sexuales ni se aplique cremas, óvulos o duchas vaginales 24 horas antes de la prueba, porque todo esto puede alterar los resultados.

La  citología ginecológica se hace en apenas unos minutos y en la consulta del ginecólogo.  Aunque no es dolorosa, puede resultar un poco molesta.