¿Qué es el Síndrome de Sudeck o distrofia simpático-refleja?
El síndrome de dolor complejo regional, también llamado distrofia simpático-refleja, o síndrome de Sudeck, consiste en un dolor intenso que afecta por lo general a brazos, manos, piernas y pies. Es una patología muy poco frecuente, pero que puede tener consecuencias muy severas.
La distrofia simpático-refleja es una patología que tiene un diagnostico complejo, sobre todo en las situaciones iniciales, en las que puede confundirse con el mecanismo que lo ha desencadenado, que pueden ser traumatismos leves como un esguince, una cirugía menor o una férula impuesta durante un tiempo prolongado.
Síntomas del Síndrome de Sudeck
Con la enfermedad de Sudeck empiezan a aparecer síntomas importantes habitualmente en las extremidades, que incluyen dolor continuo y alteraciones en la coloración de la piel.
Alteraciones cutáneas, dolor tipo quemazón o calambres, sensación de temperatura distinta respecto al otro lado, son síntomas que pueden ir progresando hasta llegar a una situación final en la que hay una clara impotencia funcional con alteración muscular y sensitiva muy importante.
Habitualmente, la mayor parte de los casos se diagnostican de forma más precoz y por lo tanto es raro que evolucionen hasta una situación muy avanzada.
Diagnóstico de la enfermedad de Sudeck
Tiene un diagnóstico difícil porque se confunden los síntomas iniciales con los que podría tener la enfermedad que ha dado lugar a este problema. Sin embargo, evoluciona en el tiempo y va mucho más allá de lo que la patología primaria podría producir de forma habitual.
Tratamiento del síndrome de Sudeck
El tratamiento fundamental es el tratamiento con rehabilitación y fisioterapia. Sin embargo, muchos pacientes, debido al dolor, no pueden progresar de forma adecuada en la rehabilitación o la fisioterapia porque no les permite el dolor u otros síntomas asociados y en ese sentido es en el que nosotros intervenimos.
Nuestro objetivo es controlar el dolor de los pacientes y podemos hacerlo o utilizando medicación, que es una mediación especial y específica para tratar esto – no son analgésicos convencionales y por lo tanto requieren de un control específico por parte de las unidades de dolor – y por otra parte de procedimientos invasivos o de infiltraciones, que también son muy específicas y deben de llevarse a cabo por unidades de dolor, porque son procedimientos relativamente complejos y que hay que manejar en unas condiciones adecuadas.
El tratamiento del síndrome de dolor complejo regional es complejo y requiere la participación de diversos profesionales en el tiempo. Es un tratamiento que suele llevar un tiempo relativamente importante para poder conseguir su recuperación funcional y que es fundamental que se trata de forma lo más precoz posible para evitar que progrese hasta una situación en la que pueda llegar a ser irreversible.