La mastopexia es una intervención quirúrgica que permite elevar y reafirmar el pecho, devolviéndolo a su posición natural. Está indicada en las mujeres que sufren la caída o descolgamiento de las mamas (ptosis mamaria) debido a distintas causas, como por ejemplo el embarazo, la lactancia, ganancia o pérdida de peso, o el proceso natural de envejecimiento. Dependiendo del caso, la mastopexia puede complementarse con una reducción de pecho, si este es demasiado grande, o con el implante de una prótesis mamaria, de manera que además de recolocar la mama, también se aumenta su volumen.
Tipos de cicatriz mastopexia
Toda cirugía implica la realización de incisiones y la aparición de cicatrices. En el caso de la mastopexia existen distintas técnicas que se aplican según las características de la mama y cuyo objetivo es conseguir el mejor resultado estético, disimulando y reduciendo la visibilidad de las cicatrices. Según la técnica, existen tres tipos de cicatrices:
- Cicatriz periareolar: la incisión se realiza bordeando la areola y la cicatriz pasa desapercibida porque se difumina con el cambio de coloración entre la areola y la piel de la mama. Es habitual en los casos en los que hay que elevar ligeramente la mama y corregir la posición de la areola sin retirar una gran cantidad de piel. Se suele combinar con un aumento de pecho.
- Cicatriz periareolar y vertical: se hace una incisión en torno a la areola y otra vertical, que va desde el pezón hasta el surco submarino, pliegue que une la mama con el torso. Está recomendada cuando hay que hacer una elevación importante de la mama, con escasa retirada de piel.
- Cicatriz en T-invertida: además de hacer una incisión bordeando la areola y otra vertical, esta última se completa con una incisión semicircular a lo largo del surco submarino, pliegue que une la mama y el torso. Es habitual en los casos en los que además de elevar la mama hay que retirar una gran cantidad de piel.
Mastopexia sin cicatrices
La mastopexia sin cicatrices no existe como tal, pero se denomina así a la técnica en la que se realiza una incisión periareolar. En este caso la cicatriz queda disimulada justo donde se produce el cambio de colocación entre la areola y la mama, y queda tan disimulada que por ello se le denomina ‘mastopexia sin cicatrices’.
Cuidados de la cicatriz de mastopexia
La cicatrización es un proceso complejo en el que influyen muchos factores, como los genéticos y relacionados con el tipo de piel, y los asociados a la experiencia y habilidad del cirujano. Por ello, es fundamental ponerse en manos de profesionales con amplia experiencia en mastopexia que puedan estudiar tu caso y recomendarte la técnica que mejores resultados estéticos te pueda dar.
Para ver el resultado final de la cicatriz hay que esperar varios meses y tendrás que seguir las recomendaciones del cirujano para cuidar las cicatrices. Algunas de estas recomendaciones son:
- Acudir a todas las revisiones de control.
- Mantener cabeza y torso ligeramente elevados, y evitar dormir de lado o boca abajo.
- No retirar los vendajes hasta que lo indique el cirujano y utilizar los sistemas de sujeción y compresión que te haya prescrito.
- Evitar los esfuerzos y el ejercicio físico. Tampoco se deben levantar los brazos o hacer movimientos de gran amplitud.
- Utilizar solo las cremas y productos recomendados por el cirujano.
- Evitar la exposición solar en los meses posteriores a la mastopexia. Cuando el médico te indique que ya puedes tomar el sol, hazlo siempre protegiendo las mamas y utilizando crema solar con factor de protección elevado.
- No fumar ni beber, ya que puede empeorar el proceso de cicatrización.
- Seguir una dieta equilibrada.
Tratamiento de cicatrices de mastopexia con cámara hiperbárica
El tratamiento con cámara hiperbárica consiste en respirar oxígeno puro 100% para conseguir la máxima oxigenación de todas las células y tejidos del organismo. En la cámara hiperbárica la concentración y pureza del oxígeno son máximas: 22 veces más oxígeno que en condiciones normales.
La cámara hiperbárica está especialmente indicada en la recuperación de intervenciones de cirugía estética, como la mastopexia, debido a sus numerosos beneficios:
- Mejora y acelera la cicatrización.
- Disminuye la inflamación y los edemas.
- Promueve la recuperación de los tejidos.
- Previene problemas asociados a la cicatrización, como las cicatrices hipertróficas o los queloides.
- Acorta el tiempo de recuperación.
El funcionamiento de la cámara hiperbárica es muy sencillo:
- Tras una valoración médica, el especialista determina el número y duración de las sesiones (60-90 minutos).
- El paciente se le coloca una máscara a través de la cual respirará el oxígeno.
- Se tumba en una camilla que se desliza dentro de la cámara hiperbárica.
- Para evitar la sensación de claustrofobia, la cámara hiperbárica suele ser totalmente acristalada o con ventanas.
- Durante la sesión se puede leer o utilizar sistemas de entretenimiento audiovisual.
- La cámara hiperbárica no causa molestias aunque sí puede notarse cómo se taponan los oídos, de manera similar a cuando se viaja en avión, pero esto es fácil de aliviar.