Las técnicas de preservación de la fertilidad ofrecen a las mujeres la posibilidad de posponer la maternidad mediante el uso de procedimientos médicos y de laboratorio.
El ritmo de vida actual, la situación personal y profesional, al igual que el futuro en pareja de las mujeres, hacen de la preservación de la fertilidad sin indicación médica, un tema actual con aumento de demanda informativa en los centros de reproducción asistida Sanitas.
Conservación de la fertilidad
Las técnicas de preservación de la fertilidad ofrecen a las mujeres la posibilidad de posponer la maternidad mediante el uso de procedimientos médicos y de laboratorio.
El ritmo de vida actual, la situación personal y profesional, al igual que el futuro en pareja de las mujeres, hacen de la preservación de la fertilidad sin indicación médica, un tema actual con aumento de demanda informativa en los centros de reproducción asistida.
Los procesos por los que las pacientes deciden preservar fertilidad se pueden dividir en aquellos que implican una indicación médica (pacientes oncológicas, enfermedades autoinmunes, tratamientos que contraindican el embarazo, pacientes sometidas a cirugías radicales etc.) frente a los motivos sociales o sin indicación médica (vida laboral, decisión de la paciente, etc.).
Conservación de óvulos
La conservación de óvulos con calidad aceptable para embarazar, es una buena opción para mujeres que retrasan su maternidad por diversos motivos.
Si sabes que en el futuro quieres ser madre pero este no es el momento, no has encontrado tu pareja ideal, tu proyecto profesional está forjándose, tus condiciones económicas no son favorables o simplemente este no es el momento, deberías plantearte la posibilidad de preservar tu fertilidad actual.
Existen técnicas de conservación de óvulos que te permitirán usarlos en el futuro. De esta manera con 40 años estarás usando tus óvulos de cuándo tenías 30 años.
Es una técnica eficaz y segura que está disponible para proteger tu potencial reproductivo frente al paso del tiempo.
Técnicas de conservación de fertilidad
Actualmente debido a los cambios sociales la percepción de la maternidad ha cambiado. La pareja se plantea la paternidad cuando obtiene una determinada posición social y económica. La mujer está más presente que nunca en la Universidad y en el mundo laboral, y esto hace que se vaya retrasando la maternidad.
La capacidad fértil de la mujer es máxima a los 20 años, va decayendo a los 30, se acentúa a partir de los 35 y en mayores de 40 es crítica. En la mujer tener más de 40 años se relaciona con óvulos peores, que embarazan menos y abortan más. Así, es en estas edades cuándo la mujer empieza a ser consciente del paso del tiempo y de las consecuencias en sus ovarios. La mujer es joven, socialmente y a nivel profesional ha encontrado su lugar, pero cuándo se plantea ser madre, se da cuenta de que puede ser más difícil de lo que pensaba.
En este contexto se sitúa la posibilidad de preservar la fertilidad. Consiste en conservar óvulos cuándo tienen todavía una calidad aceptable para embarazar, y se recomienda hacer antes de los 35 años.
Se realiza un ciclo de estimulación ovárica para obtener varios óvulos válidos para congelar similar al que se realiza en los procesos de fecundación in vitro, la técnica de congelación se llama vitrificación ovocitaria, se recuperan estos óvulos cuándo están maduros y se vitrifican.
De la misma manera es importante informar a las mujeres de las limitaciones de las técnicas.
Previamente a la realización de un tratamiento de preservación de fertilidad, las pacientes deberán ser sometidas a un estudio previo que implica analítica de sangre y ecografía para poder realizar una correcta estimación de sus opciones reproductivas.
Una vez finalizado el estudio, el facultativo deberá informar a la paciente en cada caso y dependiendo de la indicación, de las opciones reales de éxito y de los posibles efectos secundarios y a largo plazo, de las técnicas de preservación de fertilidad, al igual que los riesgos que implica la maternidad tardía.
Una vez que se ha decidido iniciar el proceso, las mujeres deben conocer que:
- El 85% de los ciclos iniciados responden correctamente al tratamiento.
- La recuperación de uno o más ovocitos mediante una punción folicular se produce en el 98% de los casos.
- La tasa de supervivencia de los mismos una vez criopreservados se encuentra en torno al 90%.
- Una vez fecundados, la tasa de embarazo tras una transferencia embrionaria es del 30-40%.
La criopreservación puede prolongarse indefinidamente en el tiempo, siendo conscientes de que el mejor uso se obtiene si se pueden utilizar durante la edad fisiológicamente fértil de la mujer y de acuerdo con el límite máximo establecido por los centros.
Ser madre cuando quieras
En el futuro, cuándo quieras ser madre, en principio lo recomendable es que lo intentaras como todas las parejas… y si no lo consigues, o tienes abortos, tienes tus óvulos de cuándo eres más joven para poder utilizarlos.
Se fecundan con el semen de tu pareja o semen de donante y se colocan dentro del útero preparado previamente para recibir los embriones. Es como guardar un as en la manga en estos tiempos que corren tan difíciles para la maternidad.
A partir de los 35 años las mujeres inician una etapa que implica un declive en la fertilidad, y que es mucho más importante a partir de los 40 años. Estos datos son importantes a la hora de plantear a las mujeres las opciones de preservación de la fertilidad, ya que el retraso en la edad reproductiva implica no rentabilizar al máximo el procedimiento con resultados inferiores a lo deseado. La edad óptima para realizar la preservación de fertilidad es inferior a 35 años. Para mujeres que planteen el uso de los ovocitos criopreservados en torno a los 40 años.
Preguntas frecuentes sobre la preservación de la fertilidad