Se estima que 1 de cada 6 parejas sufre problemas de fertilidad. Aproximadamente el 30% de los casos se atribuyen a problemas de la mujer, otro 30% del hombre y el 15-30% restante suele estar asociado a problemas mixtos, es decir que diversas alteraciones en ambos miembros de la pareja impiden que se produzca la concepción.
Llevar una vida saludable es la mejora manera de garantizar que la fertilidad de una persona o pareja está intacta para poder engendrar hijos con normalidad Existen muchos mitos y creencias, y pocas certezas científicas sobre cómo afectan los hábitos de consumo y salud a la fertilidad de mujeres y hombres. Los riesgos ciertos son factores que pueden corregirse o, al menos, cuidarse, para no perjudicar a la salud y la fertilidad.
Cuidar de la salud cada día, evitar el sobrepeso, moderar el consumo de alcohol y evitar cualquier tipo de drogas, son cuestiones que siempre ayudan a mejorar la fertilidad.
Entre los factores que dificultan la fertilidad en la mujer se encuentran los siguientes.
Trastornos de la ovulación
Trastornos como el síndrome de ovario poliquístico, la hiperprolactinemia o el hipertiroidismo pueden alterar los ciclos menstruales y el proceso de ovulación, interfiriendo en la fertilidad de la mujer. Además, algunos trastornos de la alimentación, como la anorexia, el ejercicio extenuante y los procesos tumorales también pueden alterar el ciclo normal de ovulación.
Problemas en el útero y cuello del útero
Los pólipos endometriales, miomas, fibromas, quistes o malformaciones uterinas pueden impedir la implantación del embrión o el paso de espermatozoides. Estos problemas suelen ser una causa frecuente de infertilidad pero no de esterilidad, por lo que hay que valorar junto al especialista posibles tratamientos que faciliten la concepción.
Alteraciones en las trompas de Falopio
Estas trompas son las que permiten que el óvulo, una vez liberado, entre en contacto con los espermatozoides y una vez fecundado lo transporta al embrión hasta el útero y se implante. Algunos procesos inflamatorios, infecciones de transmisión sexual o la endometriosis pueden obstruirlas e impedir o dificultar este viaje hasta el útero
Endometriosis
La endometriosis consiste en el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, principalmente en la zona del peritoneo, ovarios, intestino y vejiga. La endometriosis genera adherencias entre órganos, como por ejemplo en las trompas de Falopio, alterando su funcionamiento. También interfiere en el proceso normal de ovulación
Menopausia precoz
La interrupción temprana del ciclo menstrual puede estar causada por enfermedades del sistema inmunológico, genéticas o por tratamientos oncológicos.
Otras enfermedades
La diabetes, el lupus y algunas anomalías cromosómicas pueden afectar a la fertilidad o favorecer los abortos espontáneos
A estos factores debemos sumar otros como la edad, ya que la fertilidad disminuye a partir de los 30 años, la obesidad y el consumo de alcohol y tabaco. Se cree que el tabaco está implicado hasta en el 13 por ciento de los casos de infertilidad, puesto que afecta a la reserva ovárica y puede influir en la aparición de menopausia precoz.
Sobrepeso
El sobrepeso y el alcohol son dos de las irregularidades que más afectan a la fertilidad de hombres y mujeres.
Se considera demostrado que la obesidad y el sobrepeso no son buenos para que las mujeres se queden embarazadas. La capacidad reproductiva de la mujer se ve mermada cuando, por razones de sobrepeso, se altera el ciclo menstrual, el desarrollo del óvulo o el endometrio, que es donde anida el embrión.
Para controlar el sobrepeso se mide el Índice de Masa Corporal (IMC), entendido como el coeficiente entre el peso de cada personas y su estatura elevada al cuadrado.
Existen unos cálculos a tener en cuenta, partiendo de la base de que cuando ese resultado es superior a 25, existe sobrepeso.
- En el caso de la fertilidad femenina, se estima que por cada unidad que ese cálculo supere 29, habrá un 5% menos de posibilidades de quedarse embarazada en el primer año. Es una estimación equivalente a aumentar en un año la edad de la mujer.
- Cuando existe un sobrepeso que supera ese índice de 29 en el caso de las mujeres, también aumentan las posibilidades de tener un aborto.
En estos casos de obesidad y sobrepeso es muy recomendable consultar siempre a un especialista, no sólo para conocer las opciones y los riesgos ante el embarazo, sino para tener una gestación más saludable.
En el caso de los hombres, parece demostrado que un exceso de peso tiene relación con un menor apetito sexual, menor frecuencia en las relaciones sexuales y más problemas de disfunciones eréctiles.
Dieta y ejercicio físico
Cuidar la dieta y hacer ejercicio físico es luchar contra el sobrepeso y, por lo tanto, son buenas opciones para mejorar la fertilidad.
No obstante, hay que tener cuidado en ambos aspectos. El ejercicio físico debe hacerse de forma moderada y sin excesos, dado que demasiada intensidad en los entrenamientos puede alterar los ciclos y el apetito sexual.
Hay que advertir que no existe aún evidencia científica para recomendar dietas milagrosas que mejoren la fertilidad, pero es evidente que siempre es bueno seguir una dieta equilibrada e intentar mejora nuestros hábitos dietéticos.
Sí es cierto que hay unas cuestiones básicas que a veces han demostrado ser buenas para la fertilidad, como ingerir mayor cantidad de ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico), disminuir las grasas u optar por la dieta mediterránea.
Tabaco y alcohol
Frente a la indefinición anterior, está demostrado que fumar disminuye la fertilidad natural, tanto en mujeres como en hombres. Y también reduce las posibilidades de éxito de técnicas de reproducción asistida.
El consumo de alcohol también es perjudicial en la mujer porque se puede alterar el ciclo de la ovulación, se recorta la calidad embrionaria y se altera la implantación del embrión.
El alcohol en el varón también altera la calidad del semen, influye en la libido y puede provocar alteraciones en la erección.
En el caso del café, hay que saber que si se consumen altas dosis de cafeína (más de 100 gramos al día, equivalentes a unas 5 tazas de café) se incrementa el riesgo de tener abortos.
Estrés
Con respecto a la influencia del estrés en la fertilidad, los estudios son controvertidos. Muchas parejas piensan que el estrés es el causante de su infertilidad, pero existen parejas que con altos niveles de estrés consiguen embarazo.
Se basan en creencias y mitos de que es mucho más fácil quedarse embarazada en vacaciones o en momentos de relax, pero nada de ello está contratado con algún estudio científico.
Lo único cierto es que el estrés y la ansiedad afectan mucho a las relaciones en pareja, algo que siempre disminuye la libido y la frecuencia de relaciones. Está también demostrado que el estrés es la principal causa de abandono de tratamientos de reproducción asistida.