Existen cuatro condiciones físicas que debemos trabajar para ser un buen corredor: velocidad, resistencia, fuerza y flexibilidad.

A continuación te contamos algunos ejercicios de fuerza para correr mejor que puedes practicar.

Entrenamiento de fuerza

Toma nota porque, no es necesarios apuntarse a un gimnasio para entrenar la fuerza. Puedes realizar ejercicios orientados a reforzar la musculatura, en tu casa, en el campo o, si vives en la ciudad, en un parque público.

No se trata de trabajar la fuerza musculando nuestro cuerpo sin orden ni concierto, sino, de hacerlo de manera consciente y orientada al deporte que practiquemos, en este caso, el Running.

Debemos transferir la fuerza adquirida tras los entrenamientos, al movimiento de la carrera.

En definitiva, si te pasas con las pesas, puede que el peso de tus músculos te impidan correr rápido. Se trata de ser fuertes y efectivos al mismo tiempo.

Medios de trabajo para aumentar nuestra fuerza

A continuación, os proponemos diferentes tipos de ejercicios de fuerza para correr mejor:

Las cuestas

Es una de las mejores maneras de ganar fuerza, ya que el gesto técnico que realizamos cuando subimos corriendo una cuesta es muy parecido al de la carrera normal.

El trabajo de fuerza en cuesta lo podríamos dividir en dos:

1.1 Cuestas cortas: Su función es trabajar más la fuerza máxima y el reclutamiento de fibras. Para ello, lo ideal es que subamos cuestas de entre 30m y 80m con una pendiente elevada. La recuperación será amplia, casi completa.

Te proponemos algunos ejemplos para que lo practiques:

  • 3x6x30m recuperación 2’ (entre cuesta) 5’ (entre bloque)
  • 3x6x50m recuperación 2’-5’
  • 3x4x50-3x4x60-3x4x80 recuperación 2’-5’

1.2 cuestas largas: Su función es trabajar más la fuerza resistencia, es decir, la fuerza más específica para nuestras pruebas. En este caso la distancia oscilaría entre 100 y 400m y la pendiente sería menor. La idea es practicar la técnica de carrera más parecida a la que llevaríamos en una competición, o maratón.

En cuestas largas, el volumen de trabajo es más amplio  y las pausas deben ser más largas.

Te proponemos algunos ejemplos para que lo practiques:

  • 2x6X200 recuperación vuelta al trote suave y después de la 6ª 4’
  • 2x6x300 recuperación vuelta al trote suave y después de la 6ª 4’
  • 4×300-6×400-4×300 recuperación vuelta al trote suave y después de la 6ª 4’

Es muy importante tener en cuenta que no debemos acabar exhaustos, mareados y sin aliento, pues este, nunca debe ser el objetivo de un buen entrenamiento.

#QueNadaTePare