Un encuesta llevada cabo por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) lo ha dejado claro: el 60% de la demanda de cirugía estética en nuestro país se concentra en los meses de primavera, y es precisamente la cirugía de aumento de pecho o mamoplastia, una de las intervenciones más solicitadas.

¿Es conveniente la operación de pecho en verano?

Aunque  la mayor demanda de esta intervención coincide con la llegada del buen tiempo, los expertos señalan que la operación de pecho en verano, no es lo más recomendable, el momento ideal para hacerla es en otoño o invierno, debido a varias razones que te explicamos a continuación.

Orientador tratamientos de estética

La recuperación de la operación de pecho en verano es más molesta

El postoperatorio del aumento mamario suele durar una media de tres semanas, aunque esto varía según la paciente y la zona en la que se haya colocado la prótesis, y durante un tiempo, la zona está inflamada y con molestias, por lo que el calor del verano no ayuda a sobrellevar el postoperatorio.

Se limitan las actividades y ejercicios propios del verano

Por otro lado, durante la primera semana o 10 días, las pacientes deben evitar levantar peso, alzar mucho los brazos y hacer movimientos bruscos que puedan provocar complicaciones,  por lo que la operación de pecho en verano, puede limitar algunas de las actividades típicas del verano.

La exposición al sol en la playa o la piscina

Y, sobre todo, es muy importante evitar la exposición solar sin protección durante el primer año tras la intervención, para prevenir que las cicatrices se pigmenten o aparezcan manchas en el escote. Por tanto, si te operas ahora, sí puedes lucir bikini este verano, siempre y cuando protejas muy bien la zona,  sin embargo, si te sometes a una operación de pecho en verano, olvídate de prácticas como, por ejemplo, hacer top less.

¿En qué consiste la operación de pecho?

La mamoplastia  es una cirugía que consiste en la implantación de unas prótesis mamarias. Éstas se puede colocar bajo la glándula mamaria (subfascial) o mayormente por debajo del músculo pectoral mayor (dual plane).

En ambos casos se puede obtener un resultado natural y acorde con el cuerpo de la paciente, pero la elección de una u otra colocación es algo que debe decidir el cirujano en función de las características de la paciente, su edad y otros factores. El objetivo es siempre respetar la armonía de las proporciones corporales.

La intervención se realiza en quirófano, con anestesia general, y dura aproximadamente una hora. La paciente puede volver a su domicilio el mismo día o pasar una noche en el hospital, dependiendo de sus preferencias. La recuperación depende de la técnica empleada, pero lo habitual es que la paciente pueda empezar a reanudar su vida normal (conducir, trabajar) 5-7 días después.

Características de las prótesis mamarias

En cuanto a las prótesis, las que se utilizan actualmente están sometidas a una serie de medidas de seguridad y unos controles legales muy estrictos. Estos son algunos aspectos que te interesa conocer sobre ellas:

  • La mayoría (aproximadamente el 90%) de las que se utilizan son las de gel.
  • Las más demandadas son las redondas, ya que rellenan algo más la zona vacía del escote.
  • La otra opción son las anatómicas, en forma de gota o lágrima, para pacientes que quieren un resultado totalmente natural.

Tras la operación se suelen colocar unos vendajes que al cabo de pocos días se sustituyen por un sujetador especial. Si te has decidido a hacerte esta operación, ten en cuenta estos consejos antes de hacerte un aumento de senos:

  • Infórmate bien: según la SECPRE, solo el 35% de las pacientes buscan datos sobre la cualificación del médico.
  • Pregunta todo en qué consiste la operación, el precio final, cómo es el postoperatorio de la mamoplastia, no te quedes con ninguna duda.
  • Déjate asesorar: el criterio de un buen profesional siempre es más fiable que las modas y muchas ideas preconcebidas.